IAG ha presentado a cierre del mercado un avance de sus resultados trimestrales, que dará a conocer oficialmente el próximo 7 de mayo. En el primer trimestre del ejercicio la facturación de IAG se redujo un 13% a 4.600 millones de euros y el resultado de las operaciones antes de partidas excepcionales fue de -535 millones de euros frente a los 135 millones de euros de beneficio del año pasado, explica la compañía en una nota enviada a la CNMV.

Además, el beneficio antes de impuestos de IAG se vio impactado "por un cargo excepcional de 1.300 millones de euros como resultado de la inefectividad de las coberturas de combustible y divisas para el resto de 2020 debido a la sobre-cobertura".

La capacidad de pasajeros, expresada en términos de asientos-kilómetros ofertados, disminuyó en un 10.5% en el trimestre. El tráfico de pasajeros, en términos de pasajeros-kilómetro transportados decreció un 15,2% en el trimestre.

En concreto, el resultado de las operaciones en los primeros dos meses de 2020 fue similar al del año anterior, a pesar de la suspensión de vuelos a China desde finales de enero debido al COVID-19. "Toda la reducción en el resultado de las operaciones en el trimestre en comparación con el año pasado se produjo en el mes de marzo", señala IAG, que añade que "la mayor parte de la reducción en el resultado de las operaciones de IAG fue causada por British Airways, seguida por Iberia y Aer Lingus, mientras que Vueling experimentó un pequeño aumento de su pérdida de las operaciones".

Precisamente, a la luz del impacto del COVID-19 en las operaciones actuales y la expectativa de que la recuperación del nivel de demanda de pasajeros de 2019 llevará varios años, British Airways está notificando formalmente a sus sindicatos sobre un propuesto programa de reestructuración y reducción de empleos. Las propuestas están sujetas a consulta, pero es probable que afecten a la mayoría de los empleados de British Airways y podrían resultar en la reducción de hasta 12.000 puestos de trabajo

Previsiones a la baja

Si las cifras no son demasiado halagüeñas, las previsiones tampoco. IAG señala en su nota de prensa que "espera que su pérdida de las operaciones en el segundo trimestre sea significativamente mayor que en el primer trimestre, dada la disminución sustancial en la capacidad y el tráfico de pasajeros y a pesar de cierto alivio en los costes de los empleados gracias a los programas de retención de empleos gubernamentales y los esquemas de apoyo salarial".

A finales de marzo, IAG contaba con una caja total y líneas de crédito generales y comprometidas garantizadas por aeronaves no dispuestas de 9.500 millones de euros, incluyendo 6.950 millones de euros de caja, activos líquidos equivalentes y depósitos remunerados. "Se estima que la recuperación del nivel de demanda de pasajeros de 2019 lleve varios años, lo que requerirá medidas de reestructuración en todo el grupo", explica IAG.