A pesar de que el experto considera que en estos momentos los mercados están elevando el riesgo, “consideramos que podría producirse una mejora de las valoraciones y del propio mercado que alivie nuestros miedos ante la posibilidad de fuertes caídas de las bolsas”, explica.
El analista hace un ejercicio de autocrítica ya que lleva alertando de los peligros de las bolsas desde hace años.
Asegura “subestimé el grado en que el rendimiento de búsqueda de la especulación en respuesta a la flexibilización cuantitativa sería tan persistentemente”. En su opinión esto ha logrado aplazar una regularidad histórica clave : el actual nivel de sobrevaloración de las bolsas y las condiciones del mercado. Cree que normalmente este sentimiento “overbullish” termina con pérdidas trágicas en el mercado. “Esos extremos ahora se han alargado y permanecen sin corregir durante el tramo más largo de la historia –asegura-. Mi impresión es que el final del presente ciclo de mercado sólo será peor como resultado de las condiciones actuales”, augura.
“Mi sensación, explica- es que muchos especuladores están imaginando de forma simultánea una señal de salida o la habilidad de parar ante laguna señal”, ahora que la FED está poniendo fin a su política de expansión cualitativa.
En su opinión, esto recuerda a 1929, 1937, 1973, 1987, 2007 y a 2008. Asegura que “la historia te enseña que el mercado no te ofrece oportunidades de salida para que una multitud de especuladores salgan con sus beneficios intactos”, alerta.
Termina diciendo que debe ser claro y advertir que “el mercado suele tocar picos normalmente durante un periodo de varios meses en los que el corto plazo suele ser muy incierto. Por eso es urgente que los inversores examinen sus exposiciones más arriesgadas”. Y asegura que mientras que estas condiciones permanezcan en el mercado observan todos los ingredientes necesarios para un crash de los mercados.
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