El banco HSBC, el mayor de Europa, redujo en un 5,7 % su beneficio neto hasta septiembre, situándolo en los 10.202 millones de dólares (10.324 millones de euros) ante el deterioro de activos derivado de la venta de sus negocios de banca comercial en Francia.
En los primeros nueve meses del año, la facturación del grupo se contrajo un 1,89% hasta los 36.852 millones de dólares (37.293 millones de euros), según las cuentas que la compañía remitió hoy a la Bolsa de Hong Kong, donde cotiza.
Específicamente, en el tercer trimestre los beneficios netos de la entidad bajaron un 46,01 % en comparación con el mismo período del año pasado, mientras que la facturación hizo lo propio en un 3,3%.
La ratio de solvencia 'Tier 1' -recursos propios básicos- se situó en el 13,4 %, 0,2 puntos por debajo del dato de finales de junio y 2,4 del cierre de 2021, una tendencia a la baja que HSBC achaca no solo a la operación en Francia sino también a que las curvas de rendimientos se tornaron más pronunciadas en el marco de las subidas de tipos de interés.
De cara al futuro, los pronósticos de facturación del banco se mantienen "positivos" a pesar de la depreciación de la libra y el repunte de sus costes de financiación, aunque advierte del efecto negativo sobre la economía global de cuestiones como la alta inflación o la debilidad de las perspectivas.
Asimismo, HSBC avanza que "seguirá de cerca" asuntos como el impacto de los crecientes tipos de interés o la evolución del sector inmobiliario chino.