A veces en los mercados financieros, valoramos mucho lo foráneo, los grandes gestores y los banqueros de inversión más famosos, pero les voy a contar una historia sobre la valía de lo que tenemos en el país, que no por no ser anglosajón, no es ni mucho menos, menos bueno que el resto.

Les pongo en antecedentes, el Banco Santander y su difunto presidente, Emilio Botín acababan de comprar el banco del Reino Unido,  Abby National Bank, lo que acabaría siendo Santander UK. 

Sin duda uno de las mayores operaciones que se han hecho a nivel europeo y que ponía al Banco Santander en la liga de los grandes bancos a nivel mundial. ¡ Los españoles entrando en Londres!

La compra se realizó en 2004 mediante la entrega de una acción nueva de Banco Santander por cada acción ordinaria de Abbey. El importe de la ampliación de capital realizada para llevarla a cabo la compra fue de   a 12.541 millones de euros  

Emilio Botín, nombra consejero delegado del banco al portugués Antonio Horta-Osorio, para que lidere las operaciones del banco en la City.  En ese momento era uno de los banqueros más prometedores a nivel europeo.

Después de 2 semanas en el cargo, Emilio Botín llamó al portugués, para preguntarle...literalmente ¿Cómo van las cosas Antonio?

El portugués, resignado, le contestó al presidente del Santander....¡Mal! , las cosas ¡Van mal!

¿Por qué? preguntó Emilio Botín, con cara de pocos amigos, cómo él tenía cuando las cosas no iban bien.

El motivo, Emilio, es que cuando salga del despacho, aquí ya no hay nadie, estos Ingleses se van a las 17 horas a sus casas y aquí no curra nadie por la tarde, cuando es tiempo de reunirme con nuestra gente y centrarnos en las operaciones.

¿Y qué necesitas?-Preguntó Emilio Botín

300 Españoles...Tráeme 300 españoles, pero ¡ya!  de tu gente de confianza para organizar esto.

Y dicho y hecho, a las pocas semanas fueron aterrizando una legión de españoles en la City, para hacerse cargo de los departamentos de tesorería del banco, productos cotizados, corporate, riesgos, marketing...Y no fueron 300, fueron más los que estuvieron una parte de su vida en Londres, para hacer que el banco empezase a funcionar como quería Botín.

Los españoles entonces empezaron a creerse  tan buenos como los anglosajones, y que podemos codearnos en Londres, Nueva York o Tokio sin ningún complejo.  No solo trabajaron más, sino que lo hicieron mejor.

Aquella operación supuso un antes y un después para el Santander, se convirtió en un banco global y Botín pasó a ser considerado uno de los mejores banqueros del mundo, siempre tuvo una visión de hacer crecer el banco y lo logró.

La expansión del Banco Santander trajo consigo una de sus grandes fortalezas actuales del banco, una diversificación geográfica de ingresos y eso le hace más resistente a las crisis.

Actualmente la presidenta del Banco Santander está moldeando igualmente una nueva estrategia para el banco, centrada en la rentabilidad de los accionistas. El buen año que lleva en bolsa, con crecimientos del 20% le parece poco al mercado y Ana Botín quiere crecer y convertirse en otro referente, cómo fue su padre.


 

El talento español en los mercados financieros está demostrado desde hace muchísimos años, tanto por gestores o analistas, cómo por banqueros privados, selectores de fondos, gestores de private equity...¡Quitémonos los complejos!