A pesar de las correcciones de bolsa de esta semana, no hemos rotado carteras. Sí es cierto que nos hemos encontrado con unos niveles de volatilidad que no veíamos desde antes de la crisis, desde 2006 y desde 1997, pero es habitual que con el descenso típico del volumen en verano, es normal que caigan las bolsas y aumente la volatilidad.
Pero seguimos siendo muy constructivos con la renta variable nacional y europea, pues confiamos en la recuperación, por lo que mantenemos estos mercados como tesis de inversión, entre otras cosas, por los programas de estímulo del BCE.
Los activos que se pueden beneficiar de un posible conflicto bélico suelen ser el oro y el petróleo. Estas apuestas tienen que ser abordadas desde un punto de vista muy táctico pues, en el momento en el que hay un descenso de las hostilidades, estos activos suelen corregir.
Para cubrirnos invirtiendo en el sector de utilities debemos ser muy selectivos, pues estos valores han experimentado subidas muy importantes. Quizás entrar ahora, en un momento de sobrecompra y en máximos, es peligroso. No obstante, hay que hacer salvedades pues, en utilities, sí que vemos algunas con valor y que ofrecen un alto dividendo.
Para invertir en tecnología habría que hacer diferenciación por subsectores. Las empresas biotecnológicas generan fuertes flujos de caja, pero en algunas nos encontramos con niveles altos de cotización, algo que también sucede con algunas tecnológicas relacionadas con media, como Facebook o LinkedIn. Esto nos lleva a hablar de otros sectores con resultados atractivos, como el financiero. En este sector encontramos más valor, pues además podría beneficiarles el adelanto de la subida de tipos en EEUU, pues les proporciona un incremento de sus márgenes.