Seguimos siendo positivos en los mercados americanos en general, sobre todo en el S&P 500. Con recortes de impuestos, los ingresos van a mejorar, al igual que lo va a hacer el beneficio por acción, tras una campaña en la que ya hemos visto aproximadamente el 95% de los resultados trimestrales del S&P 500 y en la que el 77%de las empresas ha presentado un beneficio por acción mejor del esperado y el 61% unos beneficios también mejor de los esperados. Ante esta situación en la que vemos que el consumo, la demanda y principales drivers del crecimiento de EEUU marchan adecuadamente, vemos unas medidas fiscales que implantará Donald Trump el año que viene que beneficiarán al mercado americano, pensamos que el rally podría continuar hasta final de año y también en 2025.
Posición muy diferente a la que tenemos en Europa: hay que alejarse de Europa, a pesar de que hay sectores a nivel puntual que sí nos permiten ser más positivos, como por ejemplo utilities o aerolíneas. Si nos centramos en este 2024, este año está siendo el que mayor diferencia presenta entre el Euro Stoxx 600 y el S&P500 en la historia, y esto podría ir a más en 2025. Por ello, desconfiamos de la renta variable en Europa, sin embargo, somos muy positivos a nivel de renta fija.
En el caso del IBEX 35, el selectivo tiene más del 30% de su ponderación en el sector bancario y eso es clave. Las medidas arancelarias que implantará Donald Trump el año que viene van a tener una consecuencia directa en el crecimiento económico en Europa, que empezará a ir peor en 2025, y deja al Banco Centro Europeo como el punto de equilibrio de esas caídas que podríamos ver a nivel general. Eso provocará que haya recortes de tipos, pero también recortes en el margen de intereses de las entidades bancarias, y, en un escenario en el que vemos que la actividad económica baja por el crecimiento económico a la baja y merman los márgenes de intereses, hay que huir de los bancos europeos. Estos se traduce en que se limite el potencial de crecimiento de cara al 2025 del Ibex 35. Utilities podrían compensar parte de esa caída, por ser un sector que además cotiza descuento, con recortes importantes este año , que tiene un dividendo alto y que, por tanto, gana atractivo. Veremos hasta qué punto equilibra uno u otro, pero esa gran ponderación que tiene ahora mismo el índice español en el sector, nos hace ser bastante escépticos sobre la buena evolución que pueda tener a nivel genera el Ibex 35.
En el caso de BBVA y Banco Santander, fuertemente expuestos a México y Brasil, cara y cruz. Al final hemos visto la devaluación de las divisas emergentes, que están cotizando comparativamente con el S&P 500 en los mínimos prácticamente de la historia. Lo vemos con las medidas arancelarias de Donald Trump en el caso de México, tanto por las deportaciones de inmigración como por las medidas arancelarias, que van a tener una repercusión directa en el peso mexicano. Pero también en el real brasileño por las materias primas, ya que la posible apreciación del dólar y debilidad económica a nivel mundial conllevará que estas medidas arancelarias provoquen un menor consumo de las materias primas. Un dólar fuerte debilita a países con altos intereses en deuda o materias primas, como es el caso de Brasil. En el caso de BBVA, ocurre un poco lo contrario en cuanto al peso mexicano. Es verdad que Brasil, lo bueno que tiene es que la inflación es alta y los tipos de interés están subiendo, y eso puede provocar que el margen de interés, que es una partida clave en Brasil para Banco Santander, evolucione la alza. Al final, creemos que, compensando uno y otro, Banco Santander para nosotros es preferible a BBVA.