El fin de semana “nos ha dejado un mal sabor de boca de la mano de la directora gerente del FMI, que al final es fruto de la percepción de un mercado decepcionado no sólo sobre Grecia y Portugal sino porque no hay prisa para tomar medidas más contundentes que permitan buscar un equilibrio fiscal y económico”.
Y todo ello, con Alemania en el epicentro de las negociaciones. Campuzano recuerda que Alemania sacó malas experiencias del pacto de estabilidad y crecimiento pero, sobre todo, en el caso de la economía de Merkel no valoran tanto el coste económico de las medidas sino las ventajas a medio-largo plazo de que se implementen. “Estamos en una situación en que los pasíses siguen valorando mucho el ajuste fiscal para lograr la confianza del mercado y, en nuestro país, nos toca el doble objetivo: cumplir con los objetivos de déficit y conseguir cambiar la percepción del mercado acerca de la situación económica”.
Respecto a la medida tomada por el presidente francés, Nicolás Sarcozy sobre el aumento del IVA, el estratega de Citi reconoce que es “una media que llega en una situación complicada. Entiendo que un impuesto de este tipo debería ser algo global – no unilateral, como se ha hecho- y al final recaerá sobre los usuarios de los servicios financieros”. Desde el punto de vista económico, es difícil valorar esta tasa.
En Wall Street, pendientes del empleo
Y todo ello en una semana en la que se publican muchas referencias. “Todo es importante , al final si tuviera que elegir uno me quedaría con el dato de empleo”. Este dato y los otros explicarán por qué la FED dio un sesgo bajista más agresivo de lo que todos esperaban. En cuanto a los mercados, si el S&P 500 aguanta el 1260 “podemos ver un intento de subida adicional. Pero hay que fijarse más en el suelo que en el techo del índice, en torno a 1330 puntos”.