La fragmentación de los mercados de la zona euro representa una preocupación importante para el Banco Central Europeo (BCE), que espera que el nuevo mecanismo que prepara para paliar las divergencias "indeseadas" entre los costes de financiación de los países libere a la política monetaria para actuar con más contundencia contra la inflación, según ha señalado el vicepresidente de la entidad, Luis de Guindos.
"El programa antifragmentación no debe interferir en el planteamiento de la política monetaria y la lucha contra la inflación", ha subrayado Guindos durante su participación en el curso de verano organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).
En este sentido, el vicepresidente del BCE ha expresado su confianza en que esta nueva herramienta, cuyo diseño se ha acelerado, más que impedir el objetivo de la política monetaria "sea al contrario" y deje las manos más libres a esta para cumplir el objetivo de inflación del 2% simétrico a medio plazo.
"Contar con un instrumento antifragmentación es liberar a la política monetaria para poder actuar con más contundencia contra la inflación", ha señalado Guindos, precisando que esto no quiere decir necesariamente que las subidas de tipos vayan a acelerarse o ganar en intensidad, ya que cualquier decisión del banco central será "dependiente de los datos".
Asimismo, ha asegurado que el nuevo instrumento no debería compararse con el programa OMT, lanzado hace diez años por el BCE tras el 'whatever it takes' de Mario Draghi y que nunca llegó a implementarse de manera efectiva al estar sujeto a una exigente condicionalidad del MEDE para los países, ya que las circunstancias actuales difieren de las de 2012 y las primas de riesgo actuales no son equiparables a las observadas entonces, cuando llegó a cuestionarse la integridad del euro.
"Todavía no hemos discutido en el Consejo las características de este nuevo programa", ha apuntado Guindos, para quien este plan no solo debe abordar los 'spreads' entre la deuda de los países, sino que tiene que luchar contra las primas de riesgo "no justificadas por las condiciones económicas", ya que no todos los países tienen el mismo perfil de riesgo y presupuestario, lo que provoca diferencias razonables.
De este modo, ha explicado que se trata de un instrumento "contra la fragmentacion indeseada", de naturaleza diferente a programas como OMT, APP o PEPP, e irá dirigido a "jurisdicciones específicas".
Sin embargo, el vicepresidente del BCE ha reconocido que no existe una fórmula matemática para conocer cuándo se trata de primas de riesgo razonables, señalando que existen factores cuantitativos sobre la evolución de los diferenciales y de la liquidez de los mercados, junto con los fundamentos de la economía, además de una parte de juicio económico.
"En función de todo eso, valoraremos cuándo la fragmentación es o no injustificada y el BCE analizará las situaciones concretas", ha explicado Guindos, para quien las primas de riesgo que de hace diez años estaban injustificadas y ponían en riesgo la integridad del euro, mientras que las primas actuales son mucho más reducidas.