Grifols A despeja la gran duda que tenía el mercado tras el rechado del fondo Brokkfield a presentar una oferta sobre la compañía catalana. Hablamos de los dos vencimientos de deuda que tenía para 2025. 

Y es que la empresa de hemoderivados acaba de concluir el proceso de mejora de su balance. Y lo hace de la mano de acuerdo para realizar una colocación privada de bonos garantizados  (Senior Secured Notes) de 1.300 millones de euros con vencimiento en mayo de 2030, un cupón anual del 7,125% y emisión a la par.

En paralelo, Grifols también ha suscrito un acuerdo para extender su actual línea de crédito revolving multidivisa (RCF) hasta mayo de 2027.

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Es decir, la demora de vencimientos solo presentará ya, en el horizonte, cumplimientos de pago que no se producirán hasta 2027. De falto quedan prolongados los dos vencimientos que más preocupaban al mercado ahora: 500 millones de euros en febrero de 2025, en una emisión de bonos garantizados y 1.000 millones más en noviembre de una línea de crédito de circulante. 

Todo ello queda apagado tras esa refinanciación firmada ahora, por tanto una vez cerradas las dos operaciones que ahora anuncia, la posición de liquidez de Grifols mejorará significativamente, aumentando en unos 1.000 millones de euros hasta alcanzar 1.700 millones de euros proforma a partir del tercer trimestre de 2024. 

Ambas operaciones están sujetas a las condiciones de cierre habituales. La compañía estima que se cerrarán en torno al 19 de diciembre de 2024. 

Con estas transacciones concluirán las acciones de Grifols para reducir significativamente su apalancamiento, gestionar de manera proactiva todos sus vencimientos, fortalecer su liquidez y, al mismo tiempo, mantener el foco en su misión de mejorar la vida de los pacientes en todo el mundo y servir a los donantes.