El Parlamento Europeo ha pospuesto el debate sobre la regulación del plasma. La propuesta legal se iba a discutir a finales de junio, pero queda fuera de la agenda oficial por un atasco legislativo. Las próximas fechas podrían ser el próximo 18 de julio, el 29 de agosto o, en septiembre. 

Se trata de una “noticia positiva” para Grifols pero de “impacto limitado”, explica Pedro Echeguren, analista de Bankinter

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“En Europa se estima que el 62% del plasma consumido procede de donaciones y más del 30% se importa principalmente de EEUU donde los donantes venden su plasma”, apunta el experto, que destaca que “hay una voluntad de introducir una regulación para evitar esta dependencia”. 

En ese sentido, el analista de Bankinter destaca que “”la creación de un nuevo mercado en Europa aumentaría la oferta, pero el sector tendría que pagar por este plasma ante una previsible reducción de las donaciones gratuitas y llevaría a un deterioro de márgenes para las empresas del sector”.

De momento, Bankinter mantiene su recomendación de ‘neutral’ para el valor, con un precio objetivo de 11,25 euros que está por debajo de la cotización actual.

Las acciones de Grifols se desmarcan hoy de las dudas que dominan al IBEX 35, con un avance a media sesión de un 1,31% hasta los 12,00 euros. El valor acumula una revalorización en lo que va de año de un 11,6%, con la capitalización bursátil en 5.124 millones de euros, tras el vuelco que ha dado en el último trimestre.

De este modo, si se observa su gráfico, se pueden ver tres fases muy diferentes: una primera de ellas muy positiva, que elevó la cotización hasta un máximo de 14,36 euros (21 de febrero); una posterior caída en picado hasta un mínimo de 8,41 euros (20 de marzo); y una recuperación que se inició a principios de mayo, pero que está teniendo muchos altibajos. Desde sus mínimos acumula una subida de un 42,68%.

El cambio de rumbo parece venir de la mano de la revolución en su cúpula, después de confirmar que Thomas Glanzmann sumó el cargo de consejero delegado al de presidente ejecutivo que ya ejercía. La compañía parece haber embarcado además en la búsqueda de operaciones que le permitan reducir su endeudamiento.

Grifols tiene suspendido el pago del dividendo a sus accionistas hasta que el endeudamiento de la compañía caiga por debajo de cuatro veces el ebitda. Con una deuda financiera neta de 9.300 millones de euros, en concreto el compromiso pasa por rebajar la ratio de 7,1 veces EBITDA a 4 veces en 2024. Al cierre del primer trimestre, el ebitda reportado por Grifols fue de 173,6 millones de euros.