Grifols quiere abrirse camino más allá del plasma. Su dependencia de este compuesto hemoderivado le ha valido un más que negativo 2020, por su escasez y luego por su elevado precio. De ahí la decisión de lanzarse al mercado a comprar centros de plasma que ya tiene más que avanzado en su plan estratégico con la mirada puesta en su principal mercado, Estados Unidos.
La Junta celebrada la pasada semana trataba de marcar líneas de futuro y lo ha hecho. Quieren potenciar la innovación para sacar al mercado medicamentos realizados a través de procesos biológicos y basados en moléculas sin plasma. Esa es la vía, tras la compra de GigaGen o la distribución de Tavlesse. La idea es centrarse en la lucha contra las enfermedades inmunes y las de carácter neurológico, pero también los cuidados intensivos, los relacionados con el pulmón o la hematología.
Innovación interna y externa en ese nuevo plan que proponen y en el que irán fraguando poco a poco, incrementando de forma gradual, según han señalado desde la compañía, ese porcentaje del 5,6% de sus ingresos que ya destinan a Innovación y Desarrollo en la actualidad. Se tratará, eso sí de un nuevo equipo reforzado de trabajo en esta materia capitaneado por Albert Grifols.
Pero tampoco quiere descuidar, ni mucho menos su negocio tradicional. La idea es que el abastecimiento de plasma vuelva por donde solía en la segunda mitad del año, pero que necesitará unos meses para poner en oren sus ventas, ya que entre la llegada de la materia prima y la elaboración de sus compuestos pasan entre seis y nueve meses de plazo.
En su gráfica de cotización vemos como el valor refleja una caída casi inapreciable del 1,80% en lo que llevamos de año para el valor, con avances en las últimas 20 sesiones del 2,31. Sin embargo todavía le separan de máximos un 11%.
Y de cara al accionista, una de las mejores noticias es que Grifols recupera el dividendo perdido por la pandemia. Se trata de los 0,36 euros por acción que abonará con cargo a reservas el próximo 7 de junio con cargo a 2020 y vuelve al nivel de 2019 por este concepto.
Para José Antonio González, analista técnico de Ei, Grifols “perfila divergencias bajistas en osciladores de precios, al tiempo que la actividad de contratación cede posiciones y el precio no es capaz de resolver al alza con garantías niveles importantes. De este modo, una vulneración de su media móvil simple de 40 periodos o de medio plazo, habilita la extensión bajista rumbo a los 22,23 euros por acción”.
Grifols en gráfico diario con Rango de amplitud medio en porcentaje, oscilador MACD y volumen de contratación
Los indicadores premium de Estrategias de Inversión consideran que Grifols alcanza una puntuación de 3,5 sobre 10 puntos totales. En la parte positiva encontramos que la tendencia a medio plazo es alcista, el volumen a largo plazo es creciente y el rango de amplitud a medio plazo es decreciente para el valor. En el otro lado vemos como el rango de amplitud se mueve creciente a largo plazo, el volumen a medio es decreciente, el momento total, en sus dos vertientes, es negativo y la tendencia a largo es bajista para el valor
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