Este test permite la detección del virus SARS-CoV-2 en plasma, sangre y muestras respiratorias, con una sensibilidad equivalente o incluso superior a otros test moleculares, disponibles actualmente, como los basados en PCR.
Gracias a esta alta sensibilidad este test molecular permitiría también implementar estrategias de testado grupal de individuos multiplicando la capacidad de testeo de la población. Grifols dispone de una capacidad productiva de un millon de test a la semana en su planta de San Diego (EEUU).
El test TMA es una solución de testeo completa y automatizada que incluye todos los reactivos, desde la preparación de la muestra hasta la obtención del resultado y se procesa en los equipos Procleix Panther, con capacidad para analizar más de 1.000 muestras diarias por instrumento.
“Disponer de la suficiente capacidad de testeo molecular es crítico para ayudar a controlar esta pandemia y tener un test con alta sensibilidad para abordar una posible estrategia de ‘pooling’ es sin duda, un factor diferencial, que lo podría hacer factible”, dijo Victor Grifols Deu, consejero delegado de Grifols.
La compañía ha desarrollado el test en un esfuerzo global coordinado de sus instalaciones en San Diego, Barcelona y Bilbao, en tiempo récord, y ha recibido recientemente la autorización de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios para su uso en muestras de sangre, plasma y respiratorias.
El grupo ya avanzó el pasado 21 de abril que estaba trabajando en una prueba diagnóstica específica de alta sensibilidad que detectara el nuevo coronavirus, basada en una tecnología propia conocida como TMA, y cuyos primeros lotes se preveían que estuvieran listos a principios de mayo.
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