Las donaciones de plasma, ante el Covid-19, han sido el caballo de batalla negativo para Grifols en este 2020. Su recolección y aprovisionamiento, se reducirán en torno a un 15% en el presente ejercicio, por encima de lo previsto y el valor se ha visto penalizado en bolsa también por la rémora de los 200 millones que este asunto ha impactado en sus cuentas de la primera parte del año.
En su gráfica de cotización apreciamos como durante el rally no ha podido mantener el buen tono reflejado por el valor a comienzos de noviembre, cuando marcó hasta seis sesiones consecutivas en positivo, frente a la pasada semana en la que en todas las jornadas bursátiles marcó descensos. A pesar de ello en lo que va de noviembre sube ligeramente, algo más de un 2%. Desde el pasado 1 de enero el valor pierde un 22%. En cuanto a recomendaciones Grifols consigue que el 81% de los analistas que siguen el valor recomienden comprar, frente al 19% que se aventura por mantener sus acciones.
Además los analistas de JPMorgan reflejan un consejo de neutral sobre Grifols con un precio objetivo de 33 euros por acción, lo que le otorga un potencial al valor del 37%. El banco americano de inversión destaca que los dos próximos trimestres, tanto el último de 2020 como el primero de 2021 no será fáciles para las cuentas de la compañía.
Sigue en directo la cotización de Grifols A
Su principal escollo, los problemas con la acumulación del plasma debido a la pandemia. Eso sí, consideran que ahora mismo, con la recuperación de dos dígitos que se está produciendo desde mínimos, los inversores se centran ya en el largo plazo, más allá de los efectos del coronavirus sobre el valor, aunque sigue viendo amenazas a corto plazo.
Según nuestros indicadores premium, Grifols obtiene una puntuación de tres puntos sobre diez posibles. En modo rebote, el valor presenta una tendencia alcista a medio plazo y su volumen de contratación, también es positivo a largo plazo porque se muestra creciente. Sin embargo, en el otro lado encontramos que la tendencia a largo plazo es bajista, que el momento total del valor, tanto lento como rápido es negativo, su volumen a medio plazo se mantiene decreciente y el rango de amplitud en sus dos vertientes, a medio y también a largo plazo, es creciente.
Para José Antonio González analista técnico de Estrategias de Inversión Grifols “registra a lo largo de las últimas semanas amplios bandazos en el precio, que nos dejan un contexto de corto/medio plazo complejo de visualizar.”
Además añade el experto de Ei que “de momento, la pendiente positiva de su media móvil simple de 40 periodos o de medio plazo, así como el mantenimiento de su directriz creciente que parte desde los 21,27 euros por acción, son argumentos de peso que permiten mantener un sesgo constructivo de cara a mantener la presión sobre la zona de resistencia comprendida en torno a los 27,54 / 26,64 euros por acción, área que es aproximación a su media móvil simple de 200 periodos o de largo plazo”.
Grifols en gráfico diario con Rango de amplitud medio en porcentaje, oscilador MACD y volumen de contratación
“En un análisis de ratios sobre resultados estimados y con un BPA estimado para el cierre de 2021 de 2€/acción, el valor está infravalorado y tiene margen de mejora. El PER se sitúa en 13,15v, inferior al ratio sobre resultados medio de Grifols en los tres últimos ejercicios (17,5v) y con margen frente a la media para el selectivo Ibex 35 >25v. Si tenemos en cuenta el CBA (+17,19%) el ratio PEG se coloca en niveles moderados, 0,77v, y muestra el potencial alcista del valor”, destaca María Mira sobre Grifols.
La analista fundamental de Estrategias de Inversión afirma que “habrá que vigilar el cumplimiento de previsiones. Por valor contable la acción cotiza a 1,72v, en línea con el ratio medio para el valor en los últimos años y una media para las compañías del selectivo de 2,18v. No es demasiado generosa vía dividendos (Yield ronda el 2,2%). En base a nuestra valoración fundamental somos positivos con el valor a medio/largo plazo. El negocio de Grifols parece salir reforzado de la situación actual provocada por el COVID-19”.
Lo último es la constitución de una empresa de riesgo compartido, una joint venture con el gobierno de Egipto para desarrollar medicamentos de plasma para el país. El proyecto en el que se invertirán 300 millones de dólares constará de 20 centros de plasma y otras instalaciones productivas para 2025.