Los analistas de Barclays han decidido recortar el precio objetivo de Grifols hasta los 13 euros por acción, frente a los 18 euros anteriores. Pese a este fuerte recorte, lo cierto es que la valoración supone un potencial alcista de un 43,8% respecto al cierre de ayer jueves.

A pesar de una apertura a la baja, las acciones de Grifols se dan la vuelta pasadas las nueve y media de la mañana, con una subida de un 2,34% hasta los 9,26 euros, en la que es su quinta sesión consecutiva de avances, con una subida acumulada en este período de más de un 11%.

A pesar de este rally, lo cierto es que Grifols todavía se deja más de un 40% en lo que va de año, con la capitalización bursátil en unos 3.875 millones de euros, muy penalizada todavía por el ataque de Gotham City Research y el lío sobre sus cuentas de 2023.

De hecho, el recorte del potencial que detecta Barclays llega después de que ayer por la tarde la compañía remitiese, a petición de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), nuevos detalles de sus cuentas de 2022 y 2023, incluidos unas ratios de apalancamiento superiores a las comunicadas anteriormente basadas en un cálculo diferente de sus beneficios brutos de explotación y su deuda.

El nuevo cálculo se basa en los balances de pérdidas y ganancias en lugar del modelo habitual de información financiera de Grifols, que utiliza las llamadas medidas alternativas de rendimiento.

En la presentación del jueves, Grifols dijo que su ratio de apalancamiento según la contabilidad de pérdidas y ganancias era de 8,4 veces en 2022 y en 2023, en comparación con las ratios de 7,1 y 6,3 veces, respectivamente, que había comunicado anteriormente en virtud de su acuerdo de crédito.

La CNMV pidió a Grifols el 21 de marzo que publicara en un plazo de 15 días un desglose de sus resultados consolidados de 2022 y 2023 antes del EBITDA y las deudas financieras de las entidades en las que tenía participaciones no dominantes. El supervisor no encontró errores significativos en las cantidades declaradas por Grifols, pero identificó “deficiencias relevantes” en el detalle y la precisión de los desgloses y las notas explicativas en algunos años.

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La compañía dijo el jueves que la diferencia entre los ratios se debía a la inclusión en su cálculo del EBITDA de 2023 de ajustes por gastos extraordinarios, inusuales o no recurrentes y por ahorros de costes y mejoras operativas para los próximos 12 meses. Antes, informaba de un EBITDA de 1.480 millones de euros (1.610 millones de dólares) para 2023. El nuevo cálculo muestra un EBITDA de 1.250 millones de euros en el mismo periodo.

La otra razón de la discrepancia fue la exclusión del arrendamiento financiero relacionado con los centros de donación de plasma como parte de la deuda de acuerdo con el contrato de crédito que firmó con los bancos.

Grifols se compromete a hacer públicas las ratios de EBITDA consolidado según pérdidas y ganancias y EBITDA ajustado en futuros informes de resultados para que los inversores dispongan de toda la información.