Iberdrola celebra mañana viernes 17 de mayo su Junta de Accionistas en Bilbao con la acción en máximos históricos -el récord de cierre, de 12,505 euros por título, data de enero de 2021-, una capitalización también histórica de 80.000 millones de euros y el apoyo absoluto de los dos mayores proxy advisors del mundo, ISS y Glass Lewis, que aconsejan votar a favor de los 22 puntos del orden del día. Los accionistas reconocen a Ignacio Galán como el visionario de la transición energética tras haber impulsado las renovables tras su llegada a la cúpula de la compañía en 2001.

Iberdrola se ha convertido en la utility líder en la transición energética. Sus negocios de renovables y de redes eléctricas llegan a más de 30 países y se centran en cinco regiones: España, Reino Unido, Estados Unidos, Brasil y México. Se encuentra además en plena expansión en Australia y en otros países de la UE, como Francia y Alemania, entre otros. Su número de clientes supera los 100 millones en todo el mundo.

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La compañía continuará impulsando su crecimiento con unas inversiones históricas de 41.000 millones de euros en el periodo 2024-2026, que destinará principalmente a redes eléctricas (21.500 millones) y a renovables (15.500 millones). Desde que Iberdrola presentó esta hoja de ruta, el pasado 21 de marzo, más de 30 casas de análisis han revisado al alza sus valoraciones de la eléctrica, reiterando su fortaleza financiera, su capacidad de crecimiento y su atractiva política de dividendo. Así, su precio objetivo medio supera los 12,7 euros por acción, y el 97% de las casas de análisis aconseja comprar o mantener las acciones.

Galán, pionero de la transición energética

El mercado reconoce la labor de Ignacio Galán, que llegó a la compañía hace más de dos décadas, y que convirtió a Iberdrola en la piedra de toque de la transición en el mundo, con las renovables y la autonomía energética como banderas. Bajo su liderazgo, la eléctrica ha realizado más de 160.000 millones de euros en inversiones que han llevado a Iberdrola a convertirse en una campeona internacional. Es líder absoluta en energía eólica y su capitalización ronda los 80.000 millones de euros, lo que la sitúa entre las tres mayores eléctricas del mundo.

De esta forma, la compañía vale en bolsa lo mismo que Solaria, Acciona Energías Renovables, Redeia (REE), Repsol, Endesa y Naturgy juntas.

Entre los principales accionistas de Iberdrola están el fondo soberano de Qatar, la Autoridad de Inversiones de Qatar (QIA, por sus siglas en inglés), con un 8,7%; seguido de la mayor gestora de fondos de inversión del planeta, BlackRock, con un 5,4%; y del fondo soberano de Noruega, Norges Bank, con un 3,1%, según los datos de CNMV.

En total, los inversores internacionales controlan el 70,07% del capital, los institucionales españoles tienen el 7,73%, y los particulares, el 22,20% restante. A todos ellos se dirigen los dos grandes asesores de voto (proxy advisors, en el argot financiero), ISS y Glass Lewis, que han publicado los preceptivos informes previos a la Junta General de Accionista 2024, que la eléctrica celebra mañana, en los que aconsejan votar a favor de todos los puntos del orden del día.

Los dos proxy advisors mencionados, con una cuota de mercado mundial que entre ambos supera el 70%, destacan la exitosa gestión y la creación de valor de Ignacio Galán al frente de Iberdrola. La rentabilidad total, que incluye la subida en Bolsa con la reinversión de los dividendos pagados, desde 2001 ronda el 1.000%, según Bloomberg.

Los resultados presentados el pasado 24 de abril han contribuido al sólido comportamiento de la compañía en Bolsa. Su beneficio neto en el primer trimestre se situó en 2.760 millones de euros, a los que la venta del negocio de ciclos combinados en México aportó 1.165 millones -y una entrada de caja de 5.437 millones-, y la eléctrica mejoró sus previsiones para el presente ejercicio hasta situar el crecimiento del beneficio neto en un dígito alto (excluyendo cualquier plusvalía por rotaciones de activos), gracias al fuerte desempeño operativo, la contribución de las inversiones -12.000 millones de euros para este ejercicio- y gracias a la aportación de los nuevos marcos regulatorios en el negocio de redes en Estados Unidos, Reino Unido y Brasil.

Estos resultados apuntalan los objetivos para 2026, cuando Iberdrola estima un beneficio bruto de explotación (EBITDA) de entre 16.500 y 17.000 millones de euros, repartido al 50% entre redes y renovables, y un beneficio neto de entre 5.600 y 5.800 millones. Además, ha incrementado su objetivo para el ejercicio 2025, cuando prevé un beneficio neto entre los 5.300 y los 5.400 millones.

Fuerte rentabilidad por dividendo

El dividendo con cargo a 2023 se situará en 0,55 euros por acción, un 10,8% encima del importe repartido en el ejercicio previo, con la entrega el próximo julio de al menos 0,348 euros por título, que se sumarán a los 0,22 euros que entregó en enero.

Los buenos resultados de Iberdrola permitirán que destine 11.000 millones a dividendos entre 2024 y 2026, con un crecimiento en línea con el del beneficio neto. Así, la previsión es que el dividendo se sitúe entre 0,61 y 0,66 euros por acción en 2026, con un suelo en 0,55 euros (igual que el dividendo con cargo al año pasado). La parte alta de ese rango supondría una rentabilidad por dividendo en el entorno del 5,4%, muy por encima del 3,2% que ofrece actualmente el bono español a 10 años.