El sector de la energía afronta una etapa vertiginosa, marcada por la actualización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec) y por los cambios regulatorios, tanto en Europa como en España. Y todo ello cuando aún está muy reciente el shock en los precios de la energía por la invasión rusa de Ucrania. Pero, ¿cómo se han comportado las empresas en Bolsa? Un estudio elaborado por Estrategias de inversión intenta dar respuesta a esta pregunta analizando caso por caso la evolución bursátil de las principales compañías del Ibex 35 durante el mandato de sus actuales responsables. Veamos qué directivos del sector han sabido navegar mejor todas las turbulencias y crear valor para sus accionistas, y cuáles han naufragado en el intento.

Iberdrola

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Ignacio Sánchez Galán ostenta desde 2006 el poder absoluto en Iberdrola, compañía en la que aterrizó en 2001 como vicepresidente ejecutivo y consejero delegado. Con un estilo muy personal, el salmantino es uno de los ejecutivos del Ibex 35 que más años lleva en el cargo.

Galán ha salido indemne de bretes como el desplome de Bankia y la CAM, antiguas accionistas de Iberdrola que fueron reemplazadas por el fondo soberano de Qatar, actualmente primer accionista de la eléctrica con el 8,6494% del capital; la pugna con un accionista incómodo, la constructora ACS, que irrumpió en su capital en 2006 y que, diez años después, se quedó fuera de Iberdrola sin poder meter la cabeza en su consejo de administración; o el sonado caso Villarejo.

Además, en estos 18 años al timón de la empresa, Galán ha demostrado que sabe utilizar su poder. Hoy Iberdrola es la primera eléctrica privada en Europa por capitalización bursátil, con un valor de mercado que superaba los 75.000 millones de euros a cierre de 2023, y líder mundial en energía eólica, una de las grandes apuestas del directivo del Ibex. Durante su etapa, el valor de mercado de la compañía se ha incrementado más de un 200%.

Solaria

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José Arturo Díaz Tejeiro es el CEO de la empresa mientras que su hermano, Enrique Díaz Tejeiro, es el creador y presidente de Solaria. Un valor que salió a cotizar el 19 de junio de 2007 con una capitalización de 1200 millones de euros. 

En los 17 años al frente de la compañía, cuya acción ha subido más de un 56% en bolsa, el valor creado ha sido muy relevante pues la variación de la capitalización en el período ha sido del 93,75%. Buena parte del recorrido se hizo a partir de 2021, cuando la compañía hizo resultados récord tras aumentar su EBITDA en más de un 90%. 

Los últimos tantos que se ha apuntado el valor son la firma de un contrato por diez años con Endesa para compraventa de energía además de los 1700 millones que ha conseguido del BEI para levantar 120 plantas fotovoltaicas. 

De lo que no hay duda, tal como corroboran las previsiones sobre el valor es de que la familia Díaz Tejeiro, verá como aumenta su patrimonio en los próximos años incluida su participación en Solaria, valorada en los 508 millones de euros. Una compañía que cuenta con el respaldo de grandes fondos de inversión pues en su accionariado cuenta con la presencia de institucionales como DWS, Blackrock, Mirova o Natixis, entre otros. 

Endesa

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José Bogas está cerca de cumplir una década como CEO de Endesa. El ejecutivo, que había desempeñado varios cargos en la compañía desde 1982, finalmente se hizo con las riendas de la compañía eléctrica en octubre de 2014, en sustitución de Andrea Brentan, que había ocupado el cargo desde 2009.

Con Enel ya asentada en la dirección de la compañía, el nombramiento de Bogas se produjo apenas unos días después de que Endesa vendiera sus activos en Latinoamérica a la compañía italiana, por lo que prácticamente coincidió con el superdividendo de 13,79 euros por acción que desembolsó tras esta operación. Una fuerte retribución al accionista ha sido la marca de la casa durante su etapa, si bien en noviembre del año pasado anunció un pequeño freno a esta política, garantizando una retribución mínima de un euro por título hasta 2026.

Más allá de los pagos a Enel y el resto de accionistas (la italiana controla un 70,10% de las acciones), lo cierto es que la etapa de Bogas ha servido también para crear valor, con un aumento de la capitalización bursátil de más de un 70%, hasta los 19.150 millones de euros que valía en el mercado Endesa al cierre de 2023.

Naturgy

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Desde que Francisco Reynés ocupa el cargo de CEO de Naturgy, el precio de sus acciones ha incrementado más de un 40%, a cierre de 2023, cuando alcanzó los 27 euros, por los poco más de 19 que valía el título de la empresa cuando comenzó su andadura en el puesto. El mínimo se alcanzó al inicio de la pandemia del Covid, en los 14,4 euros a 12 de marzo de 2020, para ir luego recuperándose progresivamente hasta alcanzar su máximo (en esta etapa) en enero de 2022, cuando llegó a los 29,9 euros.

La capitalización también ha aumentado un nivel similar, más del 39,5% en estos casi cinco años, hasta alcanzar los 26.180 millones de euros.

Fue al comienzo de su etapa cuando la entidad cambió su nombre, desde “Gas Natural Fenosa” al actual Naturgy, con el fin de ser “reconocida como una energética, y no sólo como una gasista”, en palabras de Reynés. Ya en 2021, el fondo australiano IFM lanzó una OPA sobre la entidad, con la intención de hacerse con hasta el 22% del capital, pero tuvo que conformarse, en aquel momento, con algo menos del 11%.
Sin duda, uno de los hechos que puede marcar el devenir de Naturgy con Reynés al frente es el conocido como “proyecto Géminis”, cuya intención es dividir la entidad en dos cotizadas distintas. Este plan sigue estancado y, de momento, sin visos de retomarse, aunque para el directivo sigue siendo “factible”.

Acciona Energías Renovables

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La filial de Acciona en materia de energías renovables apenas tiene dos años y medio de vida bursátil, pero su último año ha marcado una moderación en sus avances, tras la efusión de su estreno, del 13% global desde que comenzara a cotizar el 1 de julio de 2021, pero con retroceso en su capitalización (-5,5%).

Sus mayores niveles, en agosto de 2022, año mágico para el valor en bolsa, mientras que sus mínimos, se registraban en un 2023, en concreto en el mes de octubre, en el que sus acciones tuvieron el peor desempeño del Ibex 35. Es el gran pilar de su matriz, Acciona, y difícil de contabilizar por separado, incluso con cierto mimetismo en su cotización, ya que supone el 80% de la compañía.

Enagas

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Arturo Gonzalo Aizpiri asumió los mandos de Enagas en febrero de 2022 en sustitución de Marcelino Oreja, que había desempeñado el cargo desde 2012. Con su nombramiento la empresa cerraba un cambio de estructura que perseguía cumplir las mejores prácticas internacionales de Gobierno Corporativo, ya que con su desembarco el presidente Antonio Llardén cedió definitivamente las funciones ejecutivas.

Sin embargo, en este tiempo transcurrido el saldo de valor generado para los accionistas es negativo (-9,15%) si se atiende a la capitalización bursátil de la compañía. Bien es cierto que a Gonzalo le ha tocado asumir el timón en un momento de especial agitación para el sector de la energía en general, y el del gas en particular, a raíz de la invasión rusa de Ucrania, que llegó cuando todavía no le había dado tiempo a desempacar sus cosas. 

De esta agitación puede dar fe que las acciones de Enagás llegaron a alcanzar sus máximos durante la etapa del ejecutivo en mayo de 2022 (21,16 euros), antes de caer en octubre de ese mismo año a un mínimo de 13,85 euros.  Cabe recordar que entre los accionistas de Enagás se encuentra el Estado español, que a través de la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) posee una participación del 5% en la compañía.

Redeia

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La cotización de Redeia (REE), durante el período en el que Roberto García Merino ha ocupado el puesto de CEO, alcanzó su mínimo el 12 de marzo, ante el inicio del confinamiento. En ese momento, el precio de la acción alcanzó los 13,11 euros, para rebotar en las sesiones posteriores. Desde entonces solo durante un periodo no muy largo de tiempo, a mediados de 2022, ha vuelto a conseguir (y superar) los niveles que su valor marcaba antes del inicio de la pandemia. 

Sin embargo, tras alcanzar esos niveles, la cotización de la entidad experimentó una pérdida de valor en sus títulos de más de 5 euros, en lo que fue su mayor descenso desde que la pandemia comenzó.

Desde mayo de 2019, la capitalización de Redeia ha disminuido de 10.704 millones de euros a 8.068 millones, lo que supone una caída del 24,63%. Prácticamente el mismo descenso que ha experimentado el precio de su cotización, de 19,78 euros a 14,91 (-24,62%).

Repsol

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Repsol también es uno de los grandes valores del Ibex 35 que, bajo las órdenes de Antonio Brufau, sale en la parte inferior de la tabla.  Aunque traspasó todas sus funciones ejecutivas en 2015 a Josu Jon Imaz, lo cierto que el que fue presidente durante más de una década ha destruido un 33% del valor de la cotizada. Nombrado con el objetivo de “afianzar la posición de la compañía en el entorno internacional además de afrontar los nuevos retos del sector energético”, Brufau ha vivido durante su mandato la eclosión de la sostenibilidad ambiental que ha requerido de una transformación de la compañía, con la electricidad formando parte de la columna vertebral de la compañía, aunque siguen siendo primeros en exploración y producción. 

Aun con todo, el presidente no ejecutivo de Repsol, Antonio Brufau, vio incrementadas sus remuneraciones, que ascendieron a 2,81 millones de euros, un 1 % respecto a 2021. De esa cantidad, 2,5 millones corresponden a su pertenencia al consejo de administración y 311.000 euros a otros conceptos. 

Brufau, que en 2019 había anunciado que dejaría el cargo en 2023, continuará su mandato hasta 2027, formando tándem al frente de la compañía con Josu Jon Imaz. 

En 2021, la compañía puso en marcha un proceso de recompra de acciones por valor de 35 millones, lo que hizo aumentar el pecio de la acción y se ha ampliado el spread entre revalorización de la acción y del valor de la compañía.