Decía el compositor y pianista ruso, Dmitri Shostakovich, que “el fútbol es el ballet de las masas”. Y con esta cita, el economista jefe de Saxo Bank, Steen Jakobsen, inicia un artículo en el que explica las muchas similitudes que, en su opinión, existen entre el trading y el fútbol: “El trading es como una multitud detrás de su equipo. Puede que no sea el mejor equipo o el más efectivo, pero es mi equipo”.

Con motivo del inicio esta tarde del Mundial de Brasil, Jakobsen combina el rendimiento de los equipos de las distintas selecciones que compiten y los pronósticos bursátiles. Por ejemplo, dice este experto que el fútbol español ha dominado el juego desde la última Copa del Mundo, pero el estilo tiki-taka del Barcelona parece estar cansado: “En términos de empresas, es muy parecido a lo que sucede con IBM, que está demasiado cómoda con el éxito. Repetir el modelo de negocios o el estilo de juego, al fin y al cabo, le harán perder. Esto prueba que hay más de una estrategia ganadora en el trading. No es de extrañar que las cláusulas de responsabilidad digan: 'Haber tenido éxito en el pasado no garantiza tener éxito en el futuro'".

Así, para Jakobsen predecir quién será el ganador del Mundial y los negocios es igual de difícil: “Siempre hay una fuerza disruptiva o un equipo que nadie ha previsto; los ganadores en la vida y en los deportes son, al final, aquellos que más lo desean y más lo necesitan”. Bajo esta convicción, el economista jefe de Saxo piensa que a Brasil, Rusia y Francia les irá bien: “Brasil quiere silenciar las críticas del Mundial y su economía experimental; Rusia es lo que es y estará determinada a tomar cartas en el asunto; ¿y Francia? Está condenada política y económicamente, pero no necesariamente en el fútbol”.

De vuelta a Shostakovich, concluye Jakobsen que “el fútbol continúa siendo el único juego que nos entusiasma a todos. Si los políticos y los creadores de políticas hubieran sido futbolistas, entenderían que el fútbol tiene todas las soluciones a los problemas económicos del mundo: un equipo fuerte tiene una gran defensa, habilidades e individualismo en el medio campo y delanteros con talento. Todo esto está incluido dentro del marco de un equipo donde cada uno sabe cuál es su rol. Si uno no sabe cuál es su trabajo, la sanción es inmediata. Puedes decepcionar a tu socio o a tu jefe, pero nunca a tu equipo. El mundo necesita responsabilidad sin piedad, no simular y prolongar. Shostakovich tenía razón en algo. ¡Dadme siempre fútbol antes que ballet!”.

María Gómez