Ante este panorama ¿dónde invertir? Los expertos de Fidelity reconocen que “el pesimismo a corto plazo en torno a la dirección de los mercados a menudo puede atemperarse con un recordatorio de algunas verdades de la inversión a largo plazo: centrarse en flujos de renta – los dividendos en un entorno de tipos de interés bajos son atractivos- la diversificación hace que las rentabilidades sean más homogéneas, centrarse en la calidad y gestionar activamente las inversiones”. Precisamente si nos centramos en una de estas variables, la diversificación, ¿por qué no contar con fondos sectoriales? Son fondos que ofrecen la posibilidad de segmentar sectorial o geográficamente la cartera con el fin de eliminar o reducir la influencia del mal comportamiento global de los mercados y las economías. Fondos que en su mayoría invierten en “empresas de sectores y países poco explotados, en cuanto a inversión se refiere, por lo que la capacidad de crecimiento y generación de caja es muy superior a la de compañías más maduras”, aseguraba en Estrategias de Inversión el responsable de mercados de Robeco en España y Latam
Los temas son tan variados como sectores existen en el mercado. Sin embargo, los que mejor comportamiento están teniendo en los últimos ejercicios son los que tienen exposición a los recursos naturales (ver ranking página siguiente) : madera, agua, agricultura, oro...pero también medicamentos, tecnología o seguridad. El abanico es amplio. Y todos tienen un foco en común: el incremento de la población a nivel mundial, el aumento de la clase media en los emergentes – demandantes de mayores bienes- y el paso de una población rural a una urbana.
La FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura) estima que la producción alimentaria mundial tiene que aumentar un 70% hasta 2050 para satisfacer la demanda de la población mundial, que se espera que aumente más de un tercio. Sacar partido de compañías relacionadas con la agricultura y tierra de labranza es el Leit mot
En este entorno “la economía de la agricultura se ve muy favorecida por la demanda de maquinaria y abono de zonas no afectadas por la sequía”. Hay que tener en cuenta que la agricultura global está muy fragmentada y las buenas prácticas pueden elevar la calidad de las tierras de labranza, limitando insumos de producción y reduciendo costes.
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