Es raro el día que no salga un titular sobre la economía China. De hecho, a menudo sus datos económicos sirven para justificar, tanto al alza como a la baja, la apertura de los mercados europeos. Este mismo lunes, conocimos una batería de datos macro que “fueron bastante negativos, caso del consumo, producción industrial y ventas minoristas. Aunque el gobierno chino ha confirmado un crecimiento para este año del 7.9%”, recuerda
Desde el punto de vista económico, la economía parece haber superado el bache registrado durante gran parte de 2012. Las cifras del último trimestre “del año pasado arrojan una aceleración de la tasa de crecimiento del PIB – 7.9% interanual frente al 7.4% del trimestre anterior- algo que no sucedía desde al año 2010”, explica Álvaro Lisson, analista independiente. (Ver: China, la joya de la corona) El consenso de mercado prevé que el ritmo de crecimiento aumente de forma paulatina hasta superar con creces la barrera del 8% interanual durante la parte central de este año. Una previsión que hay que mirar con cautela porque “su 7% de crecimiento es nuestro 0% pues, si miramos el 2008 y la caída brutal de actividad a nivel mundial, se ve que nuestro -1% es como su crecimiento del 7%. Hay serias dudas sobre la fiabilidad de sus números”, reconoce Juan Manuel Mazo, gestor de Maral Macro en Abante Asesores en la entrevista realizada por Estrategias de inversión
La burbuja inmobiliaria, su punto débil
Otro aspecto importante, prosigue Lisson, es que la inflación sigue controlada “por lo que la política monetaria del banco central debería seguir siendo acomodaticia, al menos durante gran parte de este año y con permiso de las materias primas”. El exceso de crédito procedente de la vivienda en 2009 alimentó la inflación, debilitando las reservas financieras de los bancos y la concesión de préstamos dejaron de crecer. Se habló incluso de burbuja. Y es que preocupa y mucho, la situación del sector inmobiliario. Sólo un dato: las ventas de viviendas en la diez ciudades más grandes de China casi se cuadruplicó en las cinco primeras semanas del año pasado. De hecho, se han puesto un techo a los precios de los pisos, lo que podría hacer estallar la que ha sido considerada la mayor burbuja de la historia, según un reciente reportaje de CNBC llamado “China´s real estate bubble”. Comienza a hablarse en la región de los “esclavos de la vivienda” en referencia al tiempo hipotecario necesario para pagar la misma, hasta cuatro generaciones, e incluso los datos conocidos sobre el sector preocupa. El saldo de los créditos hipotecarios residenciales crecieron un 12.9% el año pasado, el ritmo más lento de los últimos cuatro años.
El estratega de mercados de IG recuerda que están tratando de “frenar la aparición de burbujas y están tomando medidas para ello. Y por el momento, no es un cisne negro y no es algo preocupante”. Se habían propuesto duplicar su PIB para el 2020 y, en base al crecimiento previsto, no parece que vayan a tener problemas de incumplimiento”. De hecho, a estas alturas nadie duda que China podría endurecer las políticas de crédito para las personas que compran una segunda vivienda o incluso aumentar el impuesto sobre las transacciones de viviendas usadas entre la población con más riqueza.
A la hora de decidirse por la región., lo primero de todo es ver qué porcentaje de la cartera destinamos a China. Víctor Alvargonzález, director de inversiones de Tressis SV reconoce que “China no debe ser un mercado sobreponderado en el corto plazo aunque sí hay que tenerlo en cartera, como algunos mercados emergentes porque cuando el consumo interno empiece a tirar en EEUU, los países que fabrican consumibles se verán beneficiados”. La fortaleza de las exportaciones “y un considerable incremento de su superávit comercial en diciembre indicaron que la segunda economía mundial podría beneficiarse de una contribución al crecimiento más grande de lo previsto por parte de las exportaciones netas y de una demanda más fuerte de sus socios comerciales clave, incluidos EE.UU. y la UE”, reconoce el último informe de Fidelity sobre la economía.
Exportaciones chinas en los países emergentes se están incrementando. Fuente: Petercam
Ante este panorama ¿por qué no aprovechar esta tendencia en los mercados chinos? Bill Sung, CEO de Natixis Absolute Asia Asset Management Limited recnoce que, después de que el mercado chino fuera uno de los rezagados de la economía asiática el año pasado, “su mercado de acciones podría comenzar a reflotar. Creemos que muchos de los problemas que tienen allí que han minado la confianza de los consumidores, pueden empezar a desaparecer este año”. A lo que se une el hecho de que la economía china seguirá siendo consistente en el primer semestre del año.
Fondos que invierten en la región
Invertir en la región, sí pero ¿en qué fondos? Si tomamos como referencia los más recomendados, los expertos amplían el objetivo “Asia” para hablar de renta variable “donde me gusta mucho el Skandia Pacific Equity”, explica Celine Giffard, responsable de fondos de inversión de Selbank. Un activo que “tiene un corte marcadamente conservador en la gestión de renta variable”, expone Ricardo Sánchez Seco, gestor de fondos Gestionha. Las rentabilidades del fondo hablan por sí solas: en torno al 14%, al 40% y el 50% de revalorización en uno, tres y cinco años, respectivamente. Con algo menos de volatilidad, el Fidelity China Focus. Ambos fondos sacan partido del sector tecnológico y energético, principalmente.
Comparativa fondos más rentables que invierten en China a largo plazo. Fuente: Morgningstar
Si lo que se quiere es invertir en renta fija, “no me limitaría exclusivamente a la zona, puesto que existen más oportunidades de inversión en otras regiones”, explica la experta de Selfabnk. Aquí la alternativa son fondos como el “Templeton Total Return y el Carmignac Emerging Patrimoine”.