La agencia explica que el Tesoro tendrá una capacidad limitada para hacer pagos a partir del 17 de octubre y “estará expuesto a la volatilidad de los ingresos y los flujos de gastos. El Tesoro será incapaz de priorizar el servicio de la deuda y no está claro si tiene capacidad legal para hacerlo”.
Añade que “las prolongadas negociaciones para elevar el techo de la deuda (siguiendo al episodio de agosto de 2011) socavan la confianza en el papel del dólar como divisa de reserva a nivel global y arrojan dudas sobre el crédito de Estados Unidos, una razón principal de que el rating AAA de Estados Unidos tolere más nivel de deuda pública que el de otros países AAA”.
En el caso de que el techo de la deuda sea elevado, tal y como espera Fitch, el resultado de una revisión posterior “tendrá en cuenta la manera y la duración del acuerdo y el riesgo de un episodio similar en el futuro.
SE COMPLICA UN POSIBLE ACUERDO
Mientras tanto, la posibilidad de que el Congreso de Estados Unidos logre un acuerdo para elevar el techo de la deuda se ha complicado en las últimas horas.
Si ayer los líderes republicanos y demócratas del Senado se mostraban optimistas sobre un acuerdo, hoy hemos conocido que las negociaciones en el Senado se han interrumpido.
La razón es que los republicanos en la Cámara de Representantes, mucho más beligerantes contra la Administración Obama, tienen previsto votar una resolución propia que no cuenta con el apoyo de los demócratas, al intentar recortar la reforma sanitaria.
Está previsto que la Cámara de Representantes vote sobre esta resolución durante la tarde (madrugada en España). El líder demócrata del Senado, Harry Reid, ha criticado duramente esta propuesta, al calificarla como “un ataque flagrante contra el bipartidismo”.
Por su parte, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, ha comentado hoy en que “estamos lejos de un acuerdo en estos momentos”. También ha considerado que la nueva propuesta de los republicanos es un “intento de apaciguar al Tea Party”.
César Pérez-Obanos