En su último análisis, donde analiza los resultados de Banco Santander, BBVA, Caixabank y Banco Sabadell, señala que las cuentas de 2021 se vieron favorecidas por menores recargos por deterioro de préstamos, el crecimiento de los ingresos por comisiones y por la gestión de costes, a pesar de que el crecimiento económico de España "no fue tan sólido como el esperado".
Así, la agencia de calificación espera que la rentabilidad operativa de la banca se mantenga estable o incluso "mejore ligeramente" en 2022 gracias al aumento en los ingresos por comisiones a medida que los hogares vayan utilizando sus ahorros en productos que generen comisiones y nuevas oportunidades de préstamo.
En este sentido, señala que la producción de préstamos hipotecarios "se recuperó con fuerza" en 2021, un impulso que debería continuar en 2022, "aunque a un ritmo más lento", mientras que la generación de financiación al consumo "tiene mayor potencial de crecimiento en 2022", tras "cobrar fuerza" en el cuarto trimestre de 2021.
En cuanto al segmento corporativo, Fitch Ratings espera que el despliegue de los fondos Next Generation EU respalde la firma de nuevos créditos a empresas y pymes, después de registrarse una "débil" producción en 2021 por los préstamos con avales ICO firmados en 2020.
Asimismo, Fith cree que las medidas de reestructuación de costes que los bancos han llevado a cabo en 2021 deberían ayudarles a ganar eficiencia este año, al tiempo que valora de forma positiva la cartera de préstamos y el potencial de liberar provisiones relacionadas con la pandemia, "que en su mayoría siguen sin usarse".
También destaca la diversificación geográfica de Santander y, en menor medida, de BBVA, especialmente en América Latina, que deberían seguir respaldando a las entidades.
Sobre CaixaBank, destaca que, tras la integración de Bankia, se encuentra "bien posicionada" para continuar el aumento de los ingresos, mientras que Sabadell ha obtenido algunos de sus objetivos contemplados en su plan estratégico hasta 2023, como los de rentabilidad o la recuperación de su filial en Reino Unido, TSB. Sin embargo, señala que la entidad presidida por Josep Oliu cuenta con algunos riesgos en la evolución de su cartera de crédito empresarial en España.
A nivel general, prevé que la ratio de morosidad aumente en 2022, aunque hasta un nivel "manejable". La mayor parte de las moratorias vencieron en 2021 y estos créditos habrían tenido "un rendimiento mejor de lo previsto".
Los principales riesgos de calidad de activos en 2022 están en torno a las exposición a los créditos calificados como 'stage 2' o en vigilancia especial, y los préstamos con aval ICO, que suponen un 2,5% de la media de préstamos brutos. Una gran parte de estos últimos créditos terminarán su periodo de carencia durante el segundo trimestre de este año.
"Los bancos podrían explorar la venta de sus carteras de préstamos dudosos para compensar las nuevas entradas", añaden al respecto.
Como riesgos para la banca, Fitch Ratings señala la posibilidad de que se produzcan nuevas olas de infección de Covid-19 que podrían interrumpir el crecimiento empresarial y empeorar la calidad de los activos.
Además, señala que Santander y BBVA están expuestos al riesgo país y a un deterioro en la calidad de los activos en los mercados emergentes en los que están presentes.