Richard Fisher, presidente de la Fed de Dallas, acaba de dar su apoyo a que el programa de compra de activos de la autoridad monetaria acabe en octubre con una reducción final de 15.000 millones.

Recordemos que el banco central estadounidense ha recortado sus adquisiciones en 10.000 millones en cada reunión que ha celebrado este año y, de seguir a este ritmo, el balance para octubre será de los citados 15.000 millones.

Los economistas debaten si la Fed debe acabar su programa en octubre o extenderlo hasta diciembre. No es una cuestión de “mes arriba o abajo”, sino de que la autoridad no comenzará a endurecer su política monetaria hasta que estas compras no se hayan completado.

Fisher ha añadido que la Fed no puede acelerar el ritmo de retirada porque los mercados son un “poco adictos a nuestra acomodación a sus necesidades”. Por otra parte, el miembro de la Fed, con derecho a voto este año, ha advertido que las previsiones están un poco por encima de las “mejores estimaciones”.

S.C.