La financiación negada por el sistema financiero a las pymes es gestionada cada vez más por financieras y capital privado que se han llegado al mercado para quedarse.

Con la crisis bancaria que ha llevado consigo la absorción de muchas entidades crediticias,  la financiación de las pymes se volvió muy dificultosa por diversos motivos: por una parte por la falta de liquidez para dar créditos a pymes y particulares por el propio sistema financiero a pesar de las barra libre del BCE constituida para tal fin y utilizadas torticeramente por los bancos para su propio beneficio con inversiones en deuda pública. Por otra parte, los diferentes riesgos que se mantenían en diferentes entidades se vieron drásticamente reducidos por los procesos de absorción y,  las pymes que sobreviven a estas situaciones,  han tenido que buscar vías alternativas a la financiación tradicional que el sistema financiero les negaba, independientemente de su saneado o no balance económico. En muchas ocasiones, la negativa del banco venía envuelta de una forma positiva al exigir la concesión del crédito con muchas garantías o reducir los límites por la falta de liquidez, con lo quese veían obligados a decir que no a la operación. 


Está claro que el sistema financiero español va a seguir constriñéndose en oficinas y en saneamiento de sus balances que comportarán,  como sucede actualmente,  necesidades de capital y desapalancamientos importantes antes de dar crédito a estos sectores, por mucho marketing que se emplee en ello diciendo que están esperando que entres a la oficina para darte el crédito que necesitas para tu negocio. También hay que tener en cuenta que las pymes españolas por su tamaño tienen dificultades de acudir a mercados alternativos de capital, bonos, mercado alternativo bursátil, falta de mecanismos necesarios para que instituciones puedan invertir en ellas, u organismos creadoras de mercado para emisiones de títulos, también existen limitaciones para los mercados de renta fija, falta pues por desarrollar esta parte del sistema que haga que los bancos no sean los únicos proveedores financieros del sistema, aunque también hay que tener en cuenta que falta cultura de auditoría en las pymes y mucho déficit de gestión.

Por todo ello,  las financieras, el capital privado y algunos fondos privados han tenido un auge expansivo considerable en este periodo de tiempo y está claro que han venido para quedarse,  aunque haya algunos flecos regulatorios por realizar también en este mercado. Las medidas puestas en práctica por la administración de pago a los proveedores han ayudado a solucionar un sempiterno problema que tenían las empresas, profesionales y autónomos que trabajaban para ell
a y aunque aún hay administraciones que no cumplen la ley la situación parece que va regularizándose aunque las empresas aun no reclamen a pesar de los incumplimientos por miedo a perder el trabajo.

En este submercado de capital los principales actores son las empresas de descuento de pagarés y factoring así como los gestores que se dedican a facilitar prestamos de capital privado. En lo que respecta a empresas de financiación directa ya muy establecidas en otros países no llegan a ESPAÑA, aunque estas formas alternativas en la actualidad tienen un hándicap muy importante y es que su utilización es cara y a veces lenta, se utilizan retenciones y su coste se multiplica por la necesidad de actuar como intermediarios ya que estas financieras generalmente tienen que recurrir a la refinanciación/redescuento en entidades financieras añadiendo a su diferencial costes y comisiones varias de intermediarios, ya que la gran mayoría de ellas no disponen de capital propio para actuar en el mercado y al final el negocio vuelve al banco, pagando el sobre coste que ello comporta el necesitado de financiación.

En lo que respecta a los fondos inversores o prestamistas de capital, en primer lugar hay que distinguir entre la cantidad de ellos que no son operativos por que resultan ser falsos pura y simplemente y los que verdaderamente operan, que lo hacen con tipos altos y actuando para empresas con dificultades se mueven con los acreedores con quitas importantes que es donde aparecen sus beneficios. Por ello es necesario que para desarrollar este mercado alternativo hay que hacer más trasparente la situación de los negocios, luchar sobre todo contra la morosidad de una manera efectiva con la promulgación de leyes que impidan este tipo de riesgo en la medida de lo posible además de favorecer fiscalmente si se produce, cultura de auditoría y transparencia así como gestión, gestión y gestión.

Rafael Montava Molina
Consultor Financiero Empresarial
rafaelmontavamolina@gmail.com