Ante la escasez de dólares, Argentina ha encontrado una alternativa para facilitar el pago de sus importaciones: un acuerdo con China para abonar los componentes tecnológicos de la industria en la moneda del gigante asiático. Argentina evita así la escasez de componentes para sus plantas de ensamblaje. Y China amplía su influencia en Latinoamérica. Argentina está dando pasos hacia la desdolarización a pesar de algunas propuestas electorales que abogan por imponer el dólar como moneda de curso legal en el país.
El gobierno de Alberto Fernández está explorando otras opciones, como el yuan. Argentina ha anunciado que pagará puntualmente el segundo trimestre de su deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI), utilizando parte de sus reservas en derechos especiales de giro y la otra parte en yuanes. Según un portavoz oficial, el 30 de junio se realizará el pago de 2.700 millones de dólares al FMI. La economía argentina se enfrenta a graves dificultades, con una inflación anual de más del 110% y una tasa de pobreza del 40%, según datos oficiales.
A pesar de ello, la actividad económica ha experimentado un crecimiento del 1,3% durante su tercer año. Argentina cuenta con yuanes debido a un acuerdo de intercambio de monedas renovado en 2023 con China, por un valor de 130.000 millones de yuanes, equivalente a unos 19.000 millones de dólares. El programa crediticio de Argentina con el FMI asciende a 44.000 millones de dólares, siendo originalmente de 57.000 millones bajo el gobierno anterior de Mauricio Macri.
Tras las elecciones de 2019, Fernández solicitó al FMI que cancelara el resto de los desembolsos, alegando que el país no contaba con suficientes dólares para realizar los pagos. La falta de dólares en Argentina ha llevado a la decisión de pagar parte de la deuda con el FMI en yuanes.