En la última reunión del FOMC, la Reserva Federal decidió mantener los tipos sin cambios, tal y como se esperaba. La reunión se centró en las orientaciones de la Reserva Federal sobre los tipos de interés, que se modificaron en el comunicado, ya que se eliminó la referencia a una "política de endurecimiento adicional", lo que podría abrir la puerta a un recorte de los tipos en las próximas reuniones. Sin embargo, dado que los datos siguen siendo mejores de lo esperado, el comunicado rechaza la idea de que un recorte sea inminente, afirmando que sólo es probable que ocurra una vez que el comité haya "adquirido una mayor confianza en que la inflación se está moviendo de manera sostenible" hacia el objetivo de la Fed.
En la conferencia de prensa, el presidente Powell enfatizó que la Fed sigue dependiendo de los datos, no está declarando la victoria sobre la inflación todavía y que marzo no es un comienzo probable para el iniciar el ciclo de recortes. Curiosamente, Powell sugirió que, en lugar de centrarse en la moderación de todos los componentes de la inflación, lo más importante para la Fed ahora es "la cifra agregada", algo muy diferente a lo que han priorizado antes.
Creemos que la Fed tardará un poco más en acumular pruebas adicionales sobre la inflación y obtener más claridad sobre cómo se transmite la política monetaria a la economía. Esto descarta un inicio temprano del ciclo de recortes, lo que concuerda con el comentario de Powell de que marzo no es el caso base. Dada la rigidez de algunos de sus componentes, consideramos que los riesgos de inflación siguen sesgados al alza en los próximos meses, especialmente en el contexto de una economía fuerte. Esto significa que es poco probable que la Reserva Federal se apresure a recortar tipos hasta junio, y una vez que comience el ciclo de recortes, no lo hará con el piloto automático: el ritmo que aplique dependerá fundamentalmente de la combinación de crecimiento e inflación en ese momento.