Estamos en un entorno propicio para la renta variable. El hecho de tener los tipos en niveles históricamente bajos en los tipos de interés, tanto en Europa como en EEUU, ha provocado que la renta fija deje de ser atractiva, con lo que podría ser la renta variable el que tire próximamente. ¿En qué fase del ciclo nos encontramos?
“Los indicadores adelantados confirman que nos encontramos en una época de crecimiento global. Las cuatro grandes potencias no están evolucionando de la misma manera.
Desde un punto de vista de mercados, estamos en un ciclo claramente alcista donde debemos esperar encontramos también con correcciones, como la vivida antes de este verano”.
Renta variable sí pero ¿en qué mercados? Estados Unidos está en máximos, a Europa le queda algo de camino y los emergentes…poco a poco van de nuevo ganando adeptos después del famoso “decoupling” tras el anuncio de subida de tipos en EEUU. ¿En cuáles ven más potencial?
“Estados Unidos está en niveles máximos, pero es una afirmación que se podría haber hecho en muchos momentos de los últimos tres años. Seguimos apostando por Estados Unidos como motor de la economía global durante los próximos doce meses y del mercado de valores.
Hay muchos motivos para ser optimistas respecto a Estados Unidos, desde la reducción de su déficit público y comercial, muy apoyado por la reducción de la dependencia energética, hasta la mejora de resultados empresariales o la mejora de la compra de vivienda residencial.
En el caso de los emergentes hay que tener en cuenta otros factores como los vínculos que presentan. Si están más vinculados a China y a Estados Unidos o a Europa. Y, por otro lado, cuál es el ritmo de reformas estructurales que se van a aplicar en esos países.”
Si nos fijamos en la renta variable, son los beneficios de las empresas los que tendremos que mirar. En uno de sus informes, nos indicaban que éstos apenas habían variado respecto a 2011 sin embargo, lo que cotiza el mercado son las perspectivas que ofrezcan esas compañías. ¿Qué lectura hacen de la situación de los beneficios empresariales en estos momentos y, por supuesto, de sus previsiones?
“Lo que hemos visto hasta ahora es que ha habido mercados en los que ha habido claramente una mejora de los resultados empresariales y otros como Europa donde, a pesar de las fuertes revalorizaciones, no han acompañado.
Nos acercamos a una época en la que se puede esperar una mejora de beneficios a nivel global. Ahí influyen las nuevas tecnologías, el profundizar en la globalización, el hecho de que los costes laborales tengan un menor peso en las cuentas de las empresas, la propia presión de los inversores que fuerzan esa mejora de márgenes”.
Cree que tras las recientes subidas que hemos visto en algunos mercados ¿están caras por valoración las cotizadas?
“A nivel global eso no es cierto. Hay muchos mercados donde estamos todavía lejos de los máximos. Cuando se sale o se está en un proceso en el que hemos vivido durante dos años en un mercado claramente alcista, hay que ser más riguroso a la hora de mirar mercados o compañías”.
El hecho de incrementar sus beneficios, puede derivar en un mayor incremento en la retribución a los accionistas. ¿Aparte de la retribución, lógicamente, qué beneficios aporta la invertir vía dividendos?
“Tiene dos grandes ventajas. La primera una menor volatilidad y menor riesgo, el hecho de que se suavice la caída en periodos bajistas.
Y la segunda, debido a que los dividendos explican gran parte de la rentabilidad total de las compañías durante los últimos 50 años, el estar expuesto a compañías que tienen una buena política de pago de dividendos supone estar expuesto a compañías que tienen una alta rentabilidad”.
Decidimos invertir en renta variable pero queremos asumir un menor riesgo. Esto es lo ideal. Es la alternativa que ofrecen los fondos de reparto de dividendos. ¿En qué consiste exactamente?
“Habría que diferenciar entre los fondos que tienen una política que busca los dividendos como parte de la estrategia y luego fondos que, independientemente de su política de inversión, tienen una clase de reparto de dividendos. Su gran ventaja es que ofrecen un pago mensual o trimestral sin necesidad de vender las participaciones para poder acceder a las plusvalías generales”.
Ustedes cuentan con un fondo, Fidelity Global Dividend Fund, que precisamente se beneficia de este reparto de dividendos. ¿Cómo hacen la selección de valores?
“El gestor del fondo tiene muy claro que busca compañías que se hayan portado bien a lo largo de diferentes ciclos económicos, que presenten una menor volatilidad y especialmente una pérdida esperada menor que la de sus homólogos en épocas bajistas, y que cuenten con una buena política de dividendos, recurrentes y crecientes”.
Invierten entre 50 y 60 compañías de gran capitalización, con una exposición máxima a un sector del 25%. ¿Cuáles son los sectores actualmente que mejor retribuyen a sus accionistas? ¿Cuáles son los que más representados quedan en el fondo?
“No es un criterio sectorial el que lleva a tomar decisiones de inversión. Se buscan compañías con modelos de negocio comprensibles, con flujo de caja estables, pero la selección de valores se hace de abajo arriba sin prestar atención al sector al que pertenecen o al índice de referencia del fondo.
El resultado de esa política de inversión es que, a fecha de hoy, algo más de la mitad del fondo está invertido en el sector sanidad, consumo y financiero”.
Comenzaron en enero de 2012. Apenas un mes antes, una de las grandes de nuestro país, Telefónica, advertía que reducía su dividendo para proteger su caja. ¿Qué ocurre cuando una de sus apuestas de repente reduce su dividendo para afrontar una situación de crisis como la que hemos vivido años atrás? ¿Qué margen de gestión tienen?
“El margen de maniobra es muy grande. La posibilidad de reducir exposición a un determinado valor o eliminarlo directamente consiste en identificar dónde van a estar las oportunidades.
Y al ser un fondo global, con exposición a todos los sectores, hay una enorme posibilidad de aprovechar las diferencias que ofrecen distintos países porque un mismo sector se puede comportar de forma diferente en distintas compañías”.
Ya hemos visto que es una alternativa a la inversión en renta variable. ¿Para qué perfil es adecuado este tipo de fondos?
“Aquel inversor que busca exposición a renta variable con menor volatilidad, menos riesgo. Y luego, al ser un fondo global, para aquellos que buscan diversificar”.
La caída en las rentabilidades de los depósitos ha ensalzado a este tipo de productos. ¿Cree que son una alternativa real a este tipo de instrumentos?
“En algunos casos, hay fondos de reparto que pueden ser una alternativa razonable, pero no hay que olvidar que el principal de la inversión en fondo siempre va a estar sujeto a subidas y bajadas, algo que no sucede en un depósito”.
También es importante la tributación de este tipo de productos. ¿Cómo tributa un fondo de reparto de rentas periódicas?
“La tributación de los fondos ha mejorado con la última reforma fiscal. Estamos hablando de una tributación de las plusvalías que irá del 19% al 23% dependiendo de si la plusvalía será inferior a 6.000 euros o superior a los 50.000 euros. Se aplica también a los dividendos recibidos.
Los fondos de inversión disfrutan de la gran ventaja de diferir la tributación hasta el momento en el cual el partícipe decida venderlos y la posibilidad de cambiar entre fondos sin que eso genere el pago de impuestos”.