Nos enfrentamos a una situación poliédrica porque tiene una evidente connotación sanitaria, pero que también infecta a otras áreas como la económica y la financiera, la social, etc.

Y cada una de ellas tiene su efecto en las áreas que le son más conexas. No obstante, esta situación global no se vive de igual manera, ni se puede trasladar de manera uniforme, a cada uno de los diferentes agentes.

Dicho de otro modo, las dificultades globales no afectan por igual a cada una de las personas como a cada una de las empresas. Ni siquiera, a cada uno de los sectores.

En concreto, los sectores vinculados a la esfera de la tecnología, y especialmente como es el caso de Facephi Biometría en el ámbito de la biometría, seguirán encontrando demanda en un mercado que cada vez es más consciente del valor añadido que aporta el uso del reconocimiento biométrico a sus procesos internos, tanto como estandarte de seguridad como garante en la experiencia del usuario.

Tampoco afecta de igual modo, y con la misma intensidad, a aquellas empresas cuyo mercado se circunscribe a un único territorio, que a aquellas empresas que optan por diseminar su actividad comercial en el plano global. Las empresas que como FacePhi han apostado de manera decidida por la internacionalización en su plan de negocio son capaces de mostrar una mayor resiliencia frente al impacto de cualquier crisis, ya sea de índole local o global. La diversificación de nuestra actividad en distintos mercados supone, por tanto, una condición que ahora y siempre nos va a permitir minimizar el impacto de las adversidades externas, aportando solidez y estabilidad a nuestro valor como inversión en el medio y largo plazo.

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La experiencia hace que extraigamos nuestras propias conclusiones: la internacionalización y la diversidad de mercados en la actualidad es esencial. De ahí que nuestros esfuerzos empresariales iniciales se hayan concentrado en convertirnos en primeros players del mercado latinoamericano, y ya hayamos dado nuestros primeros pasos en los países asiáticos a través de la apertura de nuestra primera sede en Corea del Sur y de nuestra colaboración con la entidad NSSMART, especializada en la creación de soluciones operativas automatizadas para hospitales en este país asiático.

Esta diversificación, aún ante una situación tan voluble, nos hace ser especialmente estoicos a las zozobras de los mercados financieros y bursátiles, gracias a la confianza que ofrece empresas cuyo producto está vinculado directamente con el desarrollo tecnológico y la innovación. Todo ello, diversificación, internacionalización, tecnología e innovación es lo que convierte a las empresas en entidades refugio para la inversión en tiempos de fluctuaciones.

FacePhi sigue avanzando en la diversificación de mercados, de ahí su salto a Asia a través de alianzas estratégicas desde Corea del Sur y los próximos pasos que la compañía quiere dar en el mercado estadounidense. Debemos aprender de los hechos que nos brinda la actualidad, de estas circunstancias, de los errores y de los aciertos.

Pero el camino está marcado: tecnología, innovación e internacionalización frente al covid-19 y cualquier otra crisis para sortear de forma efectiva sus consecuencias.