La preservación de la vesícula biliar mediante cirugía robótica Da Vinci es una técnica innovadora que ofrece una opción de tratamiento avanzada para aquellos pacientes con cálculos biliares. A diferencia de la tradicional extirpación de la vesícula, que puede conllevar complicaciones digestivas a largo plazo, esta técnica permite conservar la función del órgano, lo que mejora la calidad de vida de los pacientes.
El Dr. Santos Jiménez de los Galanes, cirujano digestivo del Hospital Ruber Internacional de Madrid, experto en el tratamiento de la patología abdominal por vía robótica y laparoscópica, explica los detalles de este procedimiento vanguardista. “La vesícula biliar es más que un órgano accesorio; cumple funciones esenciales en el sistema digestivo, como el almacenamiento y la excreción de la bilis, un líquido decisivo para la digestión de grasas. Desempeña un papel protector para las células digestivas, evitando que estén constantemente expuestas al contacto con la bilis, que puede dañarlas si no se regula correctamente.
“La extirpación de la vesícula biliar puede provocar síntomas persistentes como gastritis por reflujo alcalino, indigestión y diarrea crónica. De hecho, hasta un 40% de los pacientes experimentan molestias digestivas tras una colecistectomía. Conservar la vesícula biliar ayuda a evitar estas complicaciones y a mantener la digestión en óptimas condiciones”, señala el especialista.
En este sentido, el Dr. Jiménez de los Galanes reconoce que, gracias a los avances en la cirugía robótica, es posible extraer los cálculos biliares sin necesidad de extirpar la vesícula. “Esta opción está dirigida a aquellos pacientes que presentan piedras en la vesícula, pero que no desean someterse a una cirugía que implique la pérdida del órgano. Un análisis clínico exhaustivo y un estudio médico completo es esencial para determinar si el paciente puede beneficiarse de este procedimiento mínimamente invasivo. Así mismo mediante una ecografía, se evalúan las características estructurales y funcionales de la vesícula biliar, así como, el número de cálculos y su tamaño. Aquellos pacientes que no tengan procesos infecciosos agudos, sin sospecha de patología tumoral y con una buena función vesicular, serán candidatos a la realización de estos procedimientos con independencia del número y tamaño de las litiasis”, indica.
Preservación de la vesícula biliar
La cirugía de preservación de la vesícula biliar se lleva a cabo bajo anestesia general. A través de pequeñas incisiones en la pared abdominal, se insertan los instrumentos robóticos del dispositivo Da Vinci. "Este equipo de última generación nos permite acceder con precisión al interior de la vesícula biliar y extraer los cálculos que previamente serán fragmentados mediante la utilización de un láser del Holmio, sin dañar la estructura de la vesícula ", detalla el Dr. Santos Jiménez de los Galanes.
Además, si se detecta algún pólipo en la vesícula, este puede ser extraído durante la misma operación y examinado en busca de posibles anomalías.
El Dr. Jiménez de los Galanes destaca que otra de las ventajas de esta cirugía es su baja tasa de complicaciones y el corto tiempo de recuperación. "Los pacientes experimentan menos dolor postoperatorio y una recuperación más rápida en comparación con la cirugía convencional de extirpación de la vesícula", explica.
La recurrencia de los cálculos biliares después de esta cirugía es baja, con un seguimiento a largo plazo que muestra una tasa de recurrencia de alrededor del 5%. "Una selección rigurosa de los pacientes es clave para minimizar el riesgo de que los cálculos vuelvan a formarse", señala el cirujano del Hospital Ruber Internacional.
La combinación de la cirugía robótica Da Vinci y el láser Holmio representa un cambio de paradigma en el tratamiento de cálculos biliares, al ofrecer una alternativa segura y eficaz que respeta la anatomía del paciente.