De hecho, el Mecanismo de Estabilidad Europea (MEDE)
Ante la expectativa del rescate de España por parte de los fondos europeos, la cautela debe ser máxima. Somos conscientes que este apoyo financiero, que seguramente se hará en forma de línea de crédito de manera parcial, será visto con buenos ojos por parte del inversor minorista, aunque tendremos que permanecer pendientes del condicionado que nos imponga Europa, ya que si las medidas son demasiado restrictivas podría suponer un camino de no retorno. Hay que ser conscientes que la crisis no está resulta, aunque la senda está empezando a marcarse, se están dando pasos en la dirección correcta. Desde Aspain 11 Asesores Financieros EAFI, creemos que habrá una tendencia alcista en el corto y medio plazo impulsada por las políticas monetarias expansivas tomadas recientemente por los principales bancos centrales (Reserva Federal, BOJ, Banco Central de Australia…). Asimismo, tras el rescate entrará en acción el BCE con el programa de compra de deuda (OMT) en el mercado secundario a vencimientos cortos de forma ilimitada y esterilizada y el fondo de rescate pertinente también tendrá opción de actuar en el mercado primario de deuda, lo que impulsará a los principales índices y valores. Seguramente las compañías más beneficiadas en términos bursátiles sean las europeas y españolas (con buenos fundamentales) ya que tienen un mayor recorrido que las estadounidenses, estrechándose así el GAP. Los sectores en los que habrá que centrar las carteras de valores serán utilities y energético, sin perder de vista el de consumo cíclico si los indicadores adelantados van dando síntomas de recuperación. Desde Aspain 11 Asesores Financieros EAFI opinamos que la protección del principal debe ser la premisa a tener en cuenta, optimizando siempre la posición con una visión a largo plazo pero siendo conscientes del devenir bursátil y macroeconómico.
Ante posibles escenarios adversos, lo principal es mantener el control. Las subidas recientes de las principales bolsas, han venido impulsadas por expectativas. Quedan muchos temas por cerrar desde el frente político-económico que podrían ser desestabilizadores (supervisor bancario independiente, unión fiscal...).
En cuanto a la renta fija, opinamos que no es momento de tener deuda pública aunque las rentabilidades puedan ser atractivas, somos más partidarios de deuda corporativa de empresas con buenos fundamentales y diversificadas geográficamente. Somos conscientes que muchos inversores, se verán respaldados por las compras de deuda de 1 a 3 años, debido al colchón que supone que el BCE compre a estos plazos, aunque verán como las rentabilidades de estos activos cada vez serán menos atractivas y como contrapartida repunte la rentabilidad del Bund alemán. No podemos obviar que estamos en plena crisis de deuda, y que las volatilidades hasta cierto punto se pueden asumir, aunque lo que no es asumible para nuestros clientes son quitas ni impagos, que en escenarios más estresados con la deuda pública podrían acaecer.
En cuanto al mercado de divisas, la moneda única se ha venido apreciando respecto al dólar en estos últimos meses, impulsada por las expectativas del quantitative easing 3 de la Reserva Federal, que al final se ha implantado recientemente, y por las palabras de Mario Draghi el 26 de julio anunciando que haría todo lo necesario para salvar el euro. Si España es rescatada, se activaría el programa de compra de bonos por parte del BCE de forma esterilizada lo que no tendría que suponer una presión inflacionista tan grande como el QE3 ya que es una redistribución de la base monetaria, no se está “creando dinero”. Por lo tanto, nuestras expectativas son de fortaleza del euro con respecto al billete verde, con principal resistencia en la cota 1,3170 dólares por euro, aunque no descartamos posibles presiones al dólar por las elecciones en EEUU (principio de noviembre) y la proximidad del Fiscal Cliff (“abismo fiscal” al que se puede ver abocado EEUU con el incremento de impuestos y recorte de gastos).
De cara a los últimos meses del año, vemos una posible reducción del riesgo de ruptura de la Unión Monetaria gracias a que el BCE ya tiene perfectamente reglado el mecanismo de seguridad para frenar el deterioro de la Eurozona y al fin el MEDE ya está operativo, proporcionando estabilidad y protección financiera a la Unión. No obstante, no descartamos tensiones temporales provenientes de Grecia o Chipre, o más preocupante aún, de España si se dilata aún más la decisión de la petición de este apoyo temporal.