Las acciones del gigante chino inmobiliario Evergrande se han desplomado más de un 20% en la Bolsa de Hong Kong debido a una investigación en una de sus principales filiales, Hengda Real Estate. La empresa ha informado que "no puede cumplir los requisitos" para la emisión de nuevos pagarés como resultado de esta investigación.

Esta noticia ha llevado a una caída del 24% en los títulos de Evergrande durante la sesión de este lunes, arrastrando también a otras inmobiliarias como Country Garden, que ha experimentado una caída del 8,6%. Además, el índice principal de la Bolsa de Hong Kong, el Hang Seng, ha cedido un 1,6% como consecuencia de esta situación.

Ante esta situación, Evergrande ha emitido una recomendación a los titulares de valores de la empresa y a los inversores potenciales para que actúen "con cautela" a la hora de negociar con las acciones de la compañía. Esta advertencia refleja la incertidumbre y los desafíos a los que se enfrenta Evergrande en este momento.

La inmobiliaria ya había admitido anteriormente que las ventas del grupo no habían cumplido las expectativas. Ahora, tras consultar con sus asesores y acreedores, está reevaluando los términos de la reestructuración de su deuda extranjera anunciados en marzo pasado, con el objetivo de ajustarlos a la situación "objetiva" de la sociedad y las demandas de los acreedores.

Evergrande ha enfrentado problemas financieros en los últimos dos años, que se han agravado con esta nueva investigación sobre su filial Hengda Real Estate. Recientemente, la Policía china detuvo a varios directivos de otra filial de Evergrande, Evergrande Financial Wealth, por motivos desconocidos hasta el momento.

En el pasado, la empresa también estuvo bajo el punto de mira por amortizaciones prematuras de productos de gestión de patrimonios, lo que resultó en amonestaciones y la devolución de los fondos. Además, en agosto de este año, Evergrande solicitó protección bajo el Capítulo 15 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos para salvaguardar sus bienes en el país mientras se llevan a cabo los acuerdos de reestructuración en Hong Kong y en Islas Caimán.

Evergrande anunció en marzo un plan de reestructuración de su deuda extranjera, que en ese momento ascendía a unos 140.284 millones de yuanes (17.702 millones de euros). Este plan incluía el canje de deuda por nuevos pagarés de la empresa con diferentes plazos de vencimiento, entre otras medidas. El objetivo era aliviar la presión de endeudamiento en el extranjero y facilitar la reanudación de las operaciones y la resolución de problemas en China.

Sin embargo, con la actual situación relacionada con la investigación a su filial Hengda Real Estate, Evergrande ha admitido que no puede cumplir los requisitos para emitir nuevos pagarés, lo que agrava aún más sus problemas financieros y bursátiles.

En este escenario, Evergrande ha optado por no celebrar las reuniones convocadas para este lunes y martes relacionadas con la reestructuración de su deuda. La empresa se encuentra en una encrucijada y deberá tomar decisiones clave para enfrentar los desafíos actuales y recuperar su estabilidad financiera y bursátil.

El gigante inmobiliario chino ha estado suspendido de cotización durante 17 meses y regresó a la Bolsa de Hong Kong a fines de agosto, luego de publicar sus cuentas atrasadas de los ejercicios 2021 y 2022, que mostraron pérdidas significativas. Evergrande enfrenta un pasivo estimado en unos 300.000 millones de dólares y tiene la tarea de presentar su plan de reestructuración para superar estos desafíos económicos y bursátiles.