En China no parece que se tenga en cuenta aquello de “too big, to fail” (demasiado grande para caer) y después de un año y medio en que Evergrande no ha logrado presentar una propuesta de restructuración, la justicia de Hong Kong ha decidido liquidar la compañía.
Evergrande, con un pasivo de unos 330.000 millones de dólares, entró en impago hace más de dos años tras sufrir una crisis de liquidez por las restricciones impuestas por Pekín a la financiación de promotoras con un alto nivel de apalancamiento, tras lo que fue intervenida por las autoridades chinas. Ahí llegó la primera suspensión bursátil. Además, el grupo se ha visto sumido en una nueva crisis después de que su fundador y presidente, Xu Jiayin, fuese puesto bajo una especie de arresto domiciliario por "sospechas de actividades ilegales".
¿Y qué ocurre ahora? Una vez emitida la orden de liquidación, se nombrará a un liquidador provisional y luego a un liquidador oficial para que asuman el control y preparen la venta de los activos del promotor para pagar sus deudas. Los liquidadores podrían proponer un nuevo plan de reestructuración de la deuda a los acreedores extraterritoriales titulares de 23.000 millones de dólares de deuda en Evergrande si determinan que la empresa tiene suficientes activos o si aparece un inversor "caballero blanco". También investigarían los asuntos de la empresa y podrían remitir a la fiscalía de Hong Kong cualquier sospecha de mala conducta por parte de los directivos.
Evergrande podría recurrir una orden de liquidación, pero el proceso de liquidación seguiría su curso a la espera del recurso.
¿Cuánto recuperarán los acreedores? Evergrande citó un análisis de Deloitte durante una vista judicial celebrada en Hong Kong en julio, que estimaba una tasa de recuperación del 3,4% en caso de liquidación de la promotora. Sin embargo, después de que Evergrande dijera en septiembre que su unidad insignia y su presidente Hui Ka Yan estaban siendo investigados por las autoridades por delitos no especificados, los acreedores esperan ahora una tasa de recuperación inferior al 3%.
La mayor parte de los activos de Evergrande han sido vendidos o embargados por los acreedores, quedando sus dos unidades cotizadas en Hong Kong: Evergrande Property Services Group y Evergrande New Energy Vehicle Group. Su capitalización bursátil combinada había caído hasta los 973 millones de dólares el viernes.
¿Y cuál sería el impacto de esta crisis a nivel global?
El gran problema que se produce en el mercado con la caída definitiva de un coloso como Evergrande es el denominado efecto dominó que se produce en las bolsas globales cuando China estornuda. Una debacle en toda regla del gigante inmobiliario traería consigo un peligro para la economía china que se derivaría a los mercados de todo el mundo.
De ahí que, dentro del Ibex 35, las compañías que más puedan sufrir sean aquellas ligadas al gigante asiático. ArcelorMittal y, en menor medida, Acerinox dependen del precio del acero que, a su vez, depende de la demanda en China. E incluso valores como Gestamp.