Se nos ha advertido de que estamos ofreciendo al pueblo de este país una falsa esperanza. Pero en la improbable historia que es Estados Unidos, la esperanza nunca ha tenido nada de falso. Porque cuando nos hemos enfrentado a lo imposible, cuando se nos ha dicho que no estábamos preparados, o que lo intentáramos, o que no podíamos, generaciones de estadounidenses han respondido con un credo sencillo que resume el espíritu de todo un pueblo. ¡Sí, podemos! Fue un credo escrito en los documentos fundacionales de nuestra nación. ¡Sí, podemos! Fue susurrado por los esclavos y los abolicionistas mientras marcaban un camino hacia la libertad a través de la más oscura de las noches. ¡Sí, podemos! Fue cantado por los emigrantes mientras zarpaban desde costas lejanas y por los pioneros que se dirigían hacia el oeste por extensiones implacables. ¡Sí, podemos! Fue el grito de los trabajadores que se organizaron, de las mujeres que lucharon por el voto, de un presidente que eligió la luna como nuestra nueva frontera, y de un Martin Luther King que nos llevó a lo alto de la montaña y señaló el camino a la tierra prometida. Sí, podemos para la justicia y la igualdad. Sí, podemos para las oportunidades y la prosperidad. Sí, podemos curar esta nación. Sí, podemos arreglar este mundo. ¡Sí, podemos! Y así que mañana, cuando llevemos esta campaña al sur y al oeste, cuando veamos que las luchas del trabajador textil de Spartanburg no son tan diferentes de los aprietos del lavaplatos de Las Vegas, que las esperanzas de la niña que va a una escuela de Dillon que se cae a pedazos son las mismas que las del niño que aprende en las calles de Los Ángeles, que no estamos tan divididos como dicen los políticos, que somos una nación, y juntos empezaremos el siguiente gran capítulo de la historia de Estados Unidos con dos palabras que resonarán de costa a costa, de reluciente mar a reluciente mar. ¡SÍ, PODEMOS!" Barack Obama.
Permítanme empezar mi tribuna semanal con un fragmento de uno de los discursos más importantes de la historia moderna. El discurso que hizo que Barack Obama, se proclamara como el primer presidente afroamericano de los EEUU y convertirse así en el presidente, le pese a quien le pese, que ha llevado a América a superar la crisis financiera más grave desde la Gran Depresión. Barack Obama entró en el despacho oval el 20 de enero de 2.009, dos meses antes de que su gabinete de crisis sacara a los EEUU y me atrevería a decir, al mundo entero de la crisis. Mientras algunos líderes políticos seguían negando la evidencia de la crisis, Estados Unidos afrontaba la realidad con liderazgo y un discurso motivacional que levantó la moral de un pueblo azotado por la crisis. El mundo podrá cuestionar a Obama muchas en cosas, pero nadie podrá negar que le otorgara moral al mundo entero y que esa moral se convirtiera en esperanza y la audacia de dicha esperanza, cambió el mundo.
La historia de la humanidad está llena de grandes líderes políticos que han sabido arrastrar a la multitud con discursos míticos, como por ejemplo, el de Winston Churchill tras la guerra mundial en 1.946, conocido por su "Levantemos Europa". Levantar Europa llevó al mundo entero a tener un objetivo, construir un mundo gobernado por la paz, ello llevó a la unión de los pueblos europeos azotados por la brutalidad de la violencia. Un líder convirtió una idea en una guía y generaciones de políticos han llevado la idea a lograr una Europa unida por la paz. Europa vuelve a estar desolada prácticamente 70 años después, pero en esta ocasión las ruinas son financieras, lo que a pesar de todo es un aire mucho más esperanzador, puesto que el objetivo es más monetario que moral y el esfuerzo de los líderes políticos debería encaminarse hacia una Europa convergente en criterios de estabilidad económica para poder al fin construir el anhelado estado Europeo. La crisis debe servir para que seamos conscientes todos los habitantes europeos, que la unión hace la fuerza y que en un mundo global, creernos Europa y que el liderazgo de un político carismático lleve a un proyecto común exitoso para nuestras próximas generaciones.
El crash que hemos vivido esta semana por Chipre, no es por el rescate chipriota, más bien es un parche más que acontecer durante el último lustro. Europa necesita urgentemente crecimiento económico, dejar de lado las dudas generadas por los recortes y el desendeudamiento y dirigirse hacia una agresiva política de crecimiento económico. No podemos negar que es poco factible encontrar un líder político capaz de aglutinar una mayoría europeísta en estos momentos, puesto que como es lógico cada país defiende sus intereses. Sin embargo, cada ciudadano debería hacer suya la frase de Kennedy, "no te preguntes qué puede hacer tu país por ti, pregúntate que puedes hacer tú por tu país".
La conducta responsable del ciudadano pasa por ser un contribuyente honesto, un consumidor responsable, un ahorrador prudente y un trabajador ambicioso. Esta conducta es la que sacará al país adelante, puesto que los líderes políticos, como decía, muestra una falta de audacia digna de mención. La audacia de la esperanza logró sacar a USA a flote. Creer en algo es el primer paso para lograrlo, y aunque la vida a veces por inesperada es complicada, es bonita y lo bonito es lo inesperado más que lo programado, puesto que si queremos, ¡podemos!
El Ibex 35 tras intentar un movimiento direccional que le llevara más allá de los 9.000 puntos dos veces, ha dejado claro que al mercado le apetece mantenerse en la banda lateral de fluctuación comprendida entre los 7.500 y los 9.000 que cotizó desde agosto de 2.011 hasta abril de 2.012. Y ante un rango lateral, el trading que tenemos que aplicar es un trading contra tendencia, en el que aprovecharemos las amenazas bajistas para comprar y las alcistas para vender. La pérdida de los 7.500 puntos debilitaría mucho la situación técnica y la superación de los 9.000 marcaría un impulso relevante a considerar. Por este motivo, los objetivos se han cumplido y ahora hay que esperar un nuevo mercado lateral.
Los grandes valores han detenido sus caídas en zonas relevantes de soporte y a pesar de que podríamos ver dilataciones la semana próxima, parece que el dinero debería apoyar el soporte clave en el que se encuentran las compañías de mayor capitalización como BBVA en la zona de los 6.60€, BSCH en la zona de los 5€, Repsol en los 15.75€, Iberdrola en la zona de los 3.50€ e Inditex en los 100€ por acción.
Salvo Chipre, la semana ha sido determinante con la astucia de Telefónica deshaciendo su autocartera en el mercado y generando así 1.000 millones de euros para reducir su deuda y con Bankia que continúa dominada por la locura.
El mercado muchas veces tiene un comportamiento difícil de entender. A veces se producen rebotes que parecen incomprensibles, pero el mercado tiene muchos activos y especular en compañías con tantos problemas no tiene sentido alguno.
El principal riesgo de Bankia es la ampliación de capital. Su capitalización es de 500 millones de euros, lo que implica que si el Frob tiene dos ampliaciones de capital previstas por un importe total de 15.540 millones de euros en dos tramos, el efecto dilutivo para Bankia es letal, ya que la capitalización actual es un 3% del total de capital requerido. El gran problema sin embargo radica en que la primera ampliación de capital por un total de 10.700 millones de euros, valora las acciones a 0.01€ con un contrasplit. El siguiente paso significará una segunda ampliación de capital por un importe total de 4.840 millones de euros, es decir un 50% del total de capitalización tras la primera ampliación, diluir lo diluido es como echar más leña al fuego y las consecuencias para el actual accionista desafortunadamente deberían ser muy negativas. Lo peor de todo no es que lleguen al mínimo de cotización, más bien el temido contrasplit. Éste, es una fórmula que permite dar liquidez al mercado reduciendo el número de acciones y multiplicando la cotización. En este caso, el FROB anunció que el contrasplit será de 100 veces, por lo tanto un accionista poseedor de 10.000 acciones a 0.25€ pasará a tener 100 acciones; 25€. En el hipotético y probable caso que Bankia cotice a 0.01€, el valor de mercado pasaría a 1€, por lo tanto, volveríamos a tener un importante margen de caída.
Bankia ha quebrado, hay que asumirlo y es un gravísimo error intentar especular con compañías quebradas. He insistido durante todo el veranos pasado con la idea de que el valor de una empresa quebrada es 0, pero el mercado es así de soberbio y a veces incluso vanidoso. A pesar de los avisos y la información propia del próximo dueño de Bankia, el FROB, ésta sigue desatando la locura de un episodio bursátil que dará que hablar.
Llevamos años enfrentándonos a un mercado convulso, sin puntos históricos de referencia, difícil y complejo donde los haya, imprevisible y descontrolado. Años intentando superar una depresión que hará historia. Sinceramente, en mi reflexión creo que podemos salir adelante, como decía, la unión hace la fuerza, los altibajos la audacia, afrontar los problemas; la experiencia. Necesitamos liderazgo, ¡YA!
Bankia es otra prueba de fuego a la que nos enfrentamos y como país debemos asumir la pérdida. En la economía, como en el trading, aprender del error y seguir adelante es la premisa número 1 para tener éxito, perseverar en una idea ganadora, para batir al mercado, o en este caso, perseverar para batir la quiebra de nuestro sistema financiero global. Sigamos adelante, la historia se está escribiendo hoy.