Los últimos resultados de Banco Santander demuestran, una vez más, la eficacia de su modelo: diversificación equilibrada entre los diferentes negocios y mercados en los que opera. Una estrategia que se ha convertido en un rasgo característico de la entidad financiera y también en una ventaja competitiva y una sólida base para crecer, sobre todo en momentos de incertidumbre y volatilidad. En palabras de Ana Botín, presidenta del grupo financiero, la combinación entre lo global y lo local, apoyándose en el liderazgo en los diferentes países en los que está presente el banco, genera “un círculo virtuoso” que refuerza la creación de valor.

La entidad ha obtenido en el primer trimestre de este año un beneficio atribuido de 2.571 millones de euros, descontado ya íntegramente el efecto del gravamen temporal en España previsto para el año. De ellos, un 42% corresponden a Europa, que con 1.189 millones lidera el ranking de resultados del banco por regiones (al cierre de 2022, su peso en el beneficio era del 33%). En esta área geográfica se incluyen todos los negocios realizados en España, Reino Unido, Portugal y Polonia, a excepción de Digital Consumer Bank, que aglutina la actividad de financiación de consumo de la entidad -bajo la marca Santander Consumer Finance (SCF)- y Openbank, el banco 100% digital del grupo que presta servicio a más de dos millones de clientes entre España, Alemania, Países Bajos, Portugal y Argentina.  

Le siguen Sudamérica, con 790 millones (un 28% del total); Norteamérica, que obtuvo 627 millones (22%); y Digital Consumer Bank, que aportó 244 millones (8%).

“En Europa nos hemos embarcado en un ambicioso proceso de transformación para crear un banco mejor en el que los clientes y nuestros equipos sientan una profunda conexión con Santander, al mismo tiempo que aportamos un valor sostenible para los accionistas, y con un impacto positivo en la sociedad. Esto conlleva hacer crecer nuestro negocio mediante la prestación de mejores servicios a nuestros clientes, la redefinición de la forma en que interactuamos con ellos y la creación de un modelo operativo común más sencillo y eficiente”, señalan desde la entidad. 

Este proyecto, bajo el nombre de One Europe, nació en 2020 con un enfoque regional para la gestión del negocio en los cuatro países europeos en los que opera el banco. Se trataba también del primer paso hacia la construcción de One Santander, una de las prioridades estratégicas globales del grupo.“El año pasado hicimos progresos significativos en los resultados financieros y en los proyectos de transformación. Este año aceleraremos con el objetivo de convertirnos en el mejor banco de cada país, apoyándonos en la combinación de nuestro liderazgo local con nuestros negocios paneuropeos y globales”, explican. 

Para ello, Banco Santander se centra en cinco pilares: poner el foco en el cliente y la actividad para incrementar la base de clientes activos, mejorando el servicio y la experiencia; la simplificación y automatización de los procesos, de manera que mejore la eficiencia a través de un modelo operativo común para la región; impulsar los ingresos de los negocios globales, incrementando la conectividad; aumentar la vinculación a través de una propuesta de valor para particulares y pymes; y mejorar las políticas de fijación de precios y gestión de riesgos

Todo este trabajo se ha reflejado en el crecimiento de clientes, que en tasa interanual aumentan en Europa más de un millón, hasta alcanzar los 45,76 millones el pasado mes de marzo. Y también en los resultados (el beneficio de la región creció un 19% respecto al primer trimestre de 2022) y volúmenes, en especial los depósitos, que suben un 3%.

En el caso de España, Santander ha aumentado en 736.000 su base de clientes en tasa interanual -suma 19 meses de crecimiento consecutivo- y ya cuenta con casi 14,5 millones. La filial ha aportado en el primer trimestre 466 millones de beneficio atribuido, un 28% más que hasta marzo de 2022. “Avanzamos en la mejora de la calidad de servicio, automatizando y digitalizando procesos y desarrollamos la propuesta de valor, más sencilla para particulares y especializada para segmentos de alto valor”. 

En Reino Unido, el beneficio fue de 395 millones de euros, con un crecimiento del 11%; mientras que los clientes aumentaron en cerca de 200.000. En este país, el banco está especialmente centrado en su programa de transformación digital, con mejoras de eficiencia a través de la automatización y digitalización de procesos clave. También Portugal muestra una tendencia creciente tanto en clientes como en resultados, que alcanzaron los 180, tras aumentar un 21%. Por último, Polonia aporta 167 millones de euros, con un aumento del 49% interanual.