Las economías líderes de esta región se recuperaron rápidamente después de la crisis de 2008-2009 y hoy están preparadas para crecer el doble tan rápido como la Europa occidental en los próximos años. De hecho, varios son los motivos que explican la buena rentabilidad cosechada por estas economías: una fuerte demanda doméstica, la puesta en práctica de programas de inversión gubernamentales a gran escala,
Dentro de esta región, nos gusta la renta variable rusa. En este país, la elección de Vladimir Putin como presidente fue un factor positivo para el mercado ya que trajo consigo el fin de un periodo de incertidumbre política que ha influido en el mercado desde las elecciones parlamentares a finales de 2011. Las mejoras en el gobierno corporativo de los grandes grupos rusos junto con unos dividendos más altos podrían dirigir el mercado este año y dar lugar a una expansión en los múltiplos de mercado, los cuales siguen siendo relativamente bajos comparados con los mercados emergentes globales. Los elevados precios del petróleo también respaldarán el mercado.
Por su parte, Latinoamérica es famosa por sus abundantes reservas naturales y como tal se beneficia de una demanda cada vez mayor de petróleo por parte de Estados Unidos y de las enormes necesidades chinas de cobre y mineral de hierro. La auténtica diversificación se produce, pues, gracias a las características específicas de cada país.
En cuanto a Brasil, creemos que el país podría recuperarse este año y cosechar un crecimiento del 3,5%. El consumo será el motor de esta recuperación, estimulado por una subida del 14% en el salario mínimo y por una cifra de desempleo históricamente baja. Además, un reducido nivel de inflación en los dos últimos trimestres ha permitido al Banco Central relajar significativamente sus políticas monetarias. Recordemos que su primer movimiento para reducir los tipos de referencia fue en agosto de 2011.
Gegham Ananyan, gestor de mercados emergentes en Edmond de Rothschild AM