Ante la imposibilidad de actuar sobre estas circunstancias, desde Ethenea recomiendan adaptar la composición de las carteras a esta nueva situación que, en los últimos meses, ha provocado que los mercados financieros se muevan de manera errática, sin seguir una tendencia clara.
A todo ello se une la dificultad, para las carteras más conservadoras, de hacer frente a la reducción de los tipos de interés de la mayor parte de bonos. Así, hasta la aplicación de políticas ultraexpansivas, cabía refugiarse en bonos de deuda corporativa de buena o muy buena calidad, pero el reciente plan del BCE de compra de este tipo de títulos, está presionando a la baja la rentabilidad de este tipo de activos, dejando como opción más interesante por rentabilidad los bonos high yield que, según Ethenea, no parecen una buena apuesta dado su elevado riesgo.
Con todo, la tendencia subyacente de acciones y bonos es alcista, por lo que mantienen un sesgo largo en sus diferentes clases de activos. Así, la ralentización de la economía china y su cambio de modelo parece que no desembocará en una situación de hard-landing. La economía estadounidense, pese a moderar su crecimiento, continúa creciendo a un ritmo aceptable, mientras que el mercado europeo continúa registrando unas tasas de crecimiento modestas. En este sentido, destacan que las exportaciones no logran aumentar a pesar de la fuerte depreciación que ha sufrido el euro en los últimos meses.
Por todo ello, desde Ethenea han decidido aumentar la exposición a renta variable en su fondo Ethna-Defensiv, ante la disipación de las dudas sobre la ralentización de la economía china, además de ampliar la exposición en los bonos con grado de inversión.
Además, siguen sobreponderados en deuda corporativa denominada en dólares estadounidenses, que presentan una mayor rentabilidad y liquidez que sus comparables. Por ello, se deciden por una calificación mínima de A-.
Además, han decidido aumentar su exposición al franco suizo y al dólar en detrimento del euro. La justificación de esta decisión se encuentra en el escaso efecto que ha tenido el Brexit sobre el valor del euro, así como por las previsiones de futuras subidas de tipos de interés por parte de la Reserva Federal (entre una y dos veces).
Por último, el Ethna Dynamisch ha recuperado en el mes de abril buena parte de las caídas sufridas en los primeros meses del año. En cuanto a la distribución geográfica de sus activos, destaca que el 30% son estadounidenses, el 20% de Europa y el 10% de Asia. Además, se ha reducido la exposición a acciones tecnológicas, ante la previsión de que sufra una caída de la demanda en el futuro.
Por otra parte, han incrementado la cartera de renta fija hasta suponer el 15% del total, manteniendo el 10% en bonos del Tesoro y el 5% en high yield estadounidense.