El uso de estos cashtags en empresas de cualquier mercado del mundo y con una capitalización mínima de 1.000 millones de dólares va a decir a los autores de este índice cuál es el sentimiento de los usuarios de Twitter con respecto a estas empresas.
La idea es hacer un ETF que invierta en las 25 compañías de las que más se hable o, incluso, apostar a corto en las que se hagan los peores comentarios. La composición de este vehículo se cambiará cada tres meses, en función de la variación del sentimiento.
La propia empresa que quiere lanzar el ETF asegura que es capaz de monitorizar a más de 220,000 usuarios que hablan de empresas en twitter y cree que esa cifra podría crecer, ya que el interés de los twitteros sobre los mercados aumenta casi cada día.
La cuestión para los expertos es si este vehículo funcionará o, si por el contrario, podría resultar un gran peligro para aquellos inversores que decidan invertir su dinero basándose solo en los comentarios en Twitter sobre una compañía.
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