“Al menos habrá siete subidas de tipos este año, para llevar a los tipos de interés desde l 0% actual hasta el 2% del que partíamos en enero”. Así ha comenzado la presentación de “Previsiones macroeconómicas de Inversis para 2022” que ha realizado Ignacio Muñoz – Alonso, estratega macroeconómico de Inversis. Una subida que, junto con la guerra en Ucrania y el Covid son los principales motivos de riesgo para los mercados.
Sobre la guerra, Muñoz – Alonso asegura la economía rusa es relativamente pequeña. Con peso del 1,75% en el PIB global, a medio camino entre España e Italia y, por tanto, “dado su tamaño, cualquier cosa que suceda debería tener un impacto limitado. Aunque también creemos que la prevalencia de Rusia en algunos sectores críticos de la economía global, como energía, níquel, platino, cobalto, tungsteno….etc, podría tener algo más de efecto”.
Las previsiones de cómo acabará la guerra son inciertas a estas alturas pero desde Inversis descartan una guerra corta con vitoria de Putin y creen que hay posibilidad de que haya un acuerdo que lleve a una partición de Ucrania con la aceptación de no entrar en la OTAN. “Porque incluso una retirada de Rusia no sería tan positivo como a priori podría parecer y esto se debe a que Putin necesita alguna victoria para volver a Rusia con algo que entregar a parte del Kremlin que le está presionando para que siga adelante con todas las consecuencias. Si esto no es así, habrá consecuencias políticas en el seno del gobierno que no tienen que concluir con algo bueno”. Si la suficiente visibilidad “hablaríamos de guerra larga, con una prolongación de las sanciones, inestabilidad geopolítica y polarización”.
Este experto cree que si se deja de comprar petróleo a Rusia hablaríamos de un nivel de precios distinto. “Estaríamos hablando de un WTI por encima de 100 dólares aunque quizás no a largo plazo pero entraríamos en una etapa larga de 1-2 trimestres en que la interrupción del suministro tendría un efecto importante”. En cuanto a las sanciones económicas, “suelen ser poco eficaces a corto plazo. Como consecuencia de todo esto, hay un incremento de la aversión al riesgo y deterioro del clima empresarial y de confianza”.
Pero ¿suficiente como para que lleven a las economías a la recesión? Desde Inversis aseguran que estamos en el ciclo alcista más largo del que se anticipaba antes de la guerra. Cuando se habla de estanflación, la gestora no cree que sea el escenario central. “Estanflación son dos trimestres de crecimiento negativo con una inflación por encima del 5%, algo que no está en nuestras previsiones. De hecho la economía global proyecta un crecimiento del 3% y la española un 4,7%, que son crecimientos suficientemente altos como para descartar que haya estanflación”.
Renta fija, países desarrollados y sectores que a múltiplos atractivos: así es su posicionamieno
¿Y lo que dice la curva? Aunque cada vez más voces se unen a que la inversión de la curva del 2-10 años en EEUU podrían anticipar una recesión, desde Inversis aseguran que históricamente no está demostrado, no hay causalidad y además el momento actual es diferente. “No es lo mismo que se invierta la curva con los tipos al 0% que cuando están el 3%. Y además, no olvidemos la inflación de activos en segmentos de la deuda soberana”. Las curvas no están en precio de equilibrio de mercado por la propia acción de los Bancos Centrales provocando que las curvas se aplanen o se inviertan. “Si nos encontramos con curvas invertidas durante 6 meses o un año el efecto sí podría sentirse”. El efecto es claro: si la tasa de interés que los bancos pagan a sus clientes por los depósitos es más elevado que el que cobran a las familias y empresas por los créditos que conceden, el negocio bancario deja de ser rentable y dejan de prestar lo que a su vez conduce a un recesión de la economía.
Em este entorno, ¿cuál es el posicionamiento? Desde Inversis creen que con las curvas actuales del diez años americano en el 2,40% y el 0,6% del Bund “se dan las condiciones para aumentar posiciones en renta fija soberana. Y lo mismo en crédito, donde los spreads que se han abierto como consecuencia de las tensiones geopolíticas, deberían converger a los niveles previos a la guerra”.
A nivel regional, preferencia por economías desarrolladas frente a los emergentes con la excepción de aquellos que se vean beneficiados por las exportaciones de crudo siempre y cuando, dicen en el banco de inversión, no sean dependientes del petróleo.
Sectorialmente, apuestan por sectores que sean capaces de generar beneficios y que tengan múltiplos atractivos; con una visión de largo plazo, que se beneficien del nuevo conflicto geopolíticos y sectores que recogen el beneficio del nuevo ciclo geopolítico. Industrial, seguridad, defensa, financiero, salud y farmacia, medioambiente, energía o utilities serían algunos de los sectores que mirarían en estos momentos.