España no está en ninguno de estos dos grupos y a pesar de la mejora que se ha producido en los últimos ejercicios, el dinero aportado a planes de pensiones no supera el 14% del PIB de nuestro país.
“Los planes de pensiones ofrecen algunas ventajas en el actual entorno de envejecimiento, bajo crecimiento y bajos tipos de interés, pero los individuos ahora se enfrentan a más riesgo y un mayor aumento de la responsabilidad a la hora de gestionar el dinero destinado a la jubilación. Necesitamos centrarnos en mejorar su diseño”, asegura el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría.
Entre las recomendaciones que da la OCDE destacan:
- Equilibrar los tratamientos fiscales. Opinan en la institución que las deducciones fiscales que se aplican en algunos países varía. En al menos 20 estados de la OCDE los beneficios fiscales de planificar la jubilación se incrementan (en términos relativos) cuando aumentan los ingresos. En el documento explican que ha de usarse un sistema que ayude a las rentas más bajas a prevenir un aumento de la desigualdad durante la jubilación.
- Aseguran que es necesario crear un entorno adecuado para aumentar el uso de productos que favorezcan el pago periódico de cantidades acordadas durante la jubilación para ayudar a los individuos a reducir el riesgo de la longevidad. Sin embargo, para esto es necesario regular más la actividad de asesoramiento para ayudar a mejorar el entendimiento de estos productos.
- En su opinión, el desconocimiento de nociones financieras de la población supone un obstáculo a la hora de la gestión del patrimonio. Consideran que debe ser implementada la educación financiera. Además, consideran que todos los ciudadanos deberíamos tener disponible la información sobre nuestra jubilación, así como el uso de mecanismos como calculadoras y simuladores.
- En cuatro países de la OCDE los funcionarios tienen sistemas de pensiones diferentes al de resto de la población y esto hace que de media, sus tasas de reemplazo (el porcentaje del último sueldo que reciben como pensión) sea 20 puntos porcentuales más altos. Consideran que este tipo de diferencias deberían ser abolidas.
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