Semana de subastas de deuda en Europa –con éxito – y a tipos de interés no tan elevados como se venían dando en semanas y meses anteriores. Colocaciones en las que han influido positivamente las medidas de austeridad que se están aplicando en las distintas economías de Europa así como la inyección del BCE y la baja rentabilidad que ofrecen en estos momentos los activos de renta fija de deuda pública de aquellos países considerados refugio, como Alemania. Ahora bien “pensar que porque se ha dado en las últimas colocaciones unos datos importantes se han solucionado los problemas es mucho que pensar porque tenemos problemas en Grecia, problemas de crecimiento económico en la Eurozona y eso puede seguir lastrando a los mercados de Europa, sobre todo los de deuda”.

Pero ¿qué ha ocurrido con Portugal? Fundamentalmente dos motivos han disparado la prima de riesgo: de un lado, la rebaja de rating – por parte de S&P- hasta bono basura. Le ha afectado porque muchos fondos y planes por ley están obligados a invertir en deuda Investment Grade y, cuando un activo pierde esta calificación, tienen que deshacer sus posiciones “haciendo que suba la prima de riesgo”. En segundo lugar, también se ha visto afectado por las negociaciones de la quita de deuda helena con los bancos porque la economía lusa está en un proceso de reestructuración muy profundo “los datos adelantados del crecimiento señalan una recesión muy profunda y, aunque la colocación ha sido exitosa, lo que influye son los activos a más largo plazo”.


Y todo ello en una semana en la que el FMI habría pedido a los emergentes entre un billón y 500.000 millones de dólares para aumentar sus recursos y evitar que la Eurozona vuelva a recaer. El organismo “está buscando conseguir un cortafuego – y que los líderes europeos no se ponen de acuerdo – que evite el contagio y lo está buscando en muchos países. Estados Unidos ha dicho que no, los europeos tienen el compromiso y también se está buscando a través de otras economías como Brasil, Rusia, China….”. Pero ¿qué buscan estos países? José María Luna asegura que estos países “quieren más liderazgo a la hora de tomar decisiones en el G-20. Además si Europa cae lo hará el resto del mundo. Uno de los socios más importantes de estos países es Europa y si ésta pasa por momentos muy delicados – si no se les ayuda- lógicamente entraremos en una recesión muy profunda que afectará a los emergentes.

Luna reconoce que a lo largo del pasado año recomendamos no estar en economías emergentes –nuestra principal apuesta fue por la Renta Variable americana – pero ¿qué ha cambiado? La economía norteamericana no entrará en recesión – eso afectará positivamente a los emergentes pues hablamos nuevamente de un socio comercial importante porque podrían exportar- y en segundo lugar, es que estábamos en una situación de tensiones provocadas por las burbujas de crecimiento económico en los emergentes, que fueron atacadas por la subida de tipos de interés. “Evidentemente las subidas de tipos son un enemigo de las bolsas y ahora parece que han conseguido frenar la escalada de la inflación con lo que tienen maniobra para bajar tipos”. Es un cambio notable que permitirá que las bolsas puedan repuntar y “en eso es lo que nos planteamos, en breve podríamos estar recomendando fondos de bolsas emergentes, sobre todo del sudeste asiático”. El porcentaje de la cartera a destinar a esta región es del 10-15% del total de la cartera.

Eso sí, no en detrimento de Estados Unidos pues “quizás con mayor motivo
apostamos por la economía de EEUU porque tiene una enorme flexibilidad, tienen una única autoridad monetaria y fiscal lo que ha permitido que haya hecho una aterrizaje suave de su propia economía”. Tiene problemas de deuda pública, estamos en año electoral pero la apuesta de no entrar en recesión y evitar la japonetización de la economía ha surtido efecto y, “si el año pasado era el año líder, este año también contamos en rv en cartera y además sobreponderándola”.