Además, los riñones ayudan a controlar la presión arterial, a tener huesos fuertes, a prevenir la anemia, así como a mantener el equilibrio de sustancias químicas en la sangre tales como el sodio, el potasio, el fósforo y el calcio, tan necesarias para nuestro día a día.

Por eso, si los riñones no funcionan bien, se pueden originar distintos problemas de salud. “Esto ocurre, por ejemplo, en la enfermedad o insuficiencia renal crónica (ERC), cuyas complicaciones surgen lentamente y de manera asintomática”, explica el doctor Alberto Marañés Antoñanzas, jefe del servicio de Nefrología de los hospitales Quirónsalud Málaga, Quirónsalud Marbella y Quirónsalud Campo de Gibraltar.

Según alerta la Sociedad Española de Nefrología, se trata de un problema de salud pública importante, cuya prevalencia media es de 7,2% individuos mayores de 30 años; al tiempo que apunta que, según datos del estudio EPIRCE, esta patología puede afectar aproximadamente al 10% de la población adulta española y a más del 20% de los mayores de 60 años, aunque mantiene que “seguramente está infradiagnosticada”.

Concretamente, detalla el nefrólogo de Quirónsalud que, respecto al deterioro renal, cuando los riñones no funcionan bien pueden aumentar los desechos en la sangre y generar complicaciones como la hipertensión, la anemia, los huesos débiles o la desnutrición, así como enfermedades cardiacas y vasculares.

AL PRINCIPIO NO HAY SÍNTOMAS

Todos estos efectos negativos van desarrollándose de forma progresiva y sin mostrar señales de alerta hasta fases avanzadas, avisa el doctor Marañés: " a mayor parte de las personas con daño renal en las primeras etapas no tienen síntomas, por lo que la mejor manera de detectarlo es hacerse un examen de sangre y orina una vez al año".

Según concreta el nefrólogo, el análisis de sangre ha de contener los niveles de urea y creatinina (marcadores de función renal), mientras que el de orina debe incluir la medición de la microalbuminuria. “Es decir, de proteínas en la orina para localizar de forma precoz el daño renal en casos de diabetes, de hipertensión o de ambas enfermedades”, advierte.

CONSEJOS PARA CUIDAR NUESTROS RIÑONES

Por eso, el especialista aconseja evitar la obesidad, cuidar la diabetes y la hipertensión arterial, someterse a revisiones médicas, respetar las horas de descanso, eludir los excesos de cualquier tipo, especialmente en la alimentación, así como practicar actividad física y beber unos dos litros de agua al día.

Con ello, y si el objetivo es cuidar la salud de los riñones y prevenir su deterioro, propone asimismo estas 10 pautas saludables para incorporar en la rutina:

1.    Realiza actividad física: La práctica de ejercicio puede aliviar la tensión arterial y esto, a su vez, ayuda a disminuir el riesgo de sufrir enfermedad renal crónica. Por eso, es importante que te mantengas activo y trates de estar en forma.
2.    Presta atención a la diabetes: La mitad de las personas con esta enfermedad pueden sufrir daño renal. Es aconsejable realizar controles periódicos del nivel de azúcar en sangre que, además de detectar una posible diabetes, facilitan el control de las funciones renales.
3.    Vigila la presión arterial: Recuerda que la hipertensión puede provocar el deterioro de los riñones, así como otros problemas muy graves, como un ataque al corazón o un derrame cerebral. En estos casos es fundamental mantener un control periódico de la tensión, que también nos permite diagnosticar la pérdida de función renal en fases tempranas.
4.    Come sano: No puede faltar una nutrición saludable para una buena salud renal. En general, debes consumir suficiente aporte energético para realizar las actividades diarias, así como mantener una dieta lo más equilibrada y variada posible.
5.    Intenta mantener el peso controlado: De esta manera puedes prevenir otros problemas que se asocian a la insuficiencia renal crónica, como la diabetes y los problemas cardiacos, entre otros.
6.    Evita abusar de la sal: Es recomendable reducir su consumo, e incluso evitarlo en casos de pacientes con insuficiencia renal moderada.
7.    Hidrátate: Si bebes suficiente agua, los riñones afrontarán mejor su trabajo de eliminar las toxinas del cuerpo y, por tanto, disminuirás el riesgo de sufrir una enfermedad renal crónica. Por otro lado, una buena hidratación evita los cálculos renales, que es otro problema de salud muy habitual.
8.    Deja de fumar: El consumo de tabaco retrasa el flujo de sangre a los riñones, lo que afecta a su funcionamiento.
9.    Cuida el descanso: Dormir bien es muy importante para la salud en general, así que debes intentar respetar las horas de descanso.
10.    Acude a las revisiones médicas periódicas.