No se trata de alarmar pero sí de hablar claro aunque pueda ser políticamente incorrecto.
Se ha iniciado una vía/ensayo peligrosa con el reciente rescate de Chipre, ya que no solo serán los propios ciudadanos los que indirectamente pagaremos con nuestros impuestos los desaguisados de los banqueros, ahora además, y como complemento parcial, sé realizara directamente vía cargo en cuenta de nuestros ahorros. Parece imposible pero por ahí van los tiros. A estas alturas nadie da una puntada sin hilo y lo ocurrido no es baladí, es una prueba con un rescate pequeño para ver cómo se funciona y qué reacciones había, el ensayo pues ha salido bien.
El Fondo de Garantía de Depósitos cumple como garante de todos los depositantes hasta 100.000 euros por persona y entidad, y ahora además, entre otras misiones encomendadas recientemente por el ejecutivo, se le ha dotado de liquidez para poder hacer operativo el mercado de las preferentes. La falta de liquidez de los mercados con este tipo de acciones parece que obliga a esta aportación con el fin de defender a los inversores minoristas. Se entiende que con ello que el FGD quiera jugar a la bolsa y su garantía puede ser socavada de producirse más actuaciones como esta, la reciente derrama aprobada por el ejecutivo para que los bancos sanos aporten 2.000 millones extra al FGD,(un tres por mil con carácter extraordinario y excepcional) no ha sentado nada bien al ejecutivo comunitario al ver además que de esta aportación quedaban exentos los bancos socios del Sareb al entender el gobierno que la aportación al mencionado banco como accionistas les producía minusvalías, todo lo contrario de lo que indica el BCE ya que piensa que con el plan de negocio presentado existe un criterio lógico de beneficios razonables a corto plazo.
La garantía de los depósitos según los políticos es un derecho “absoluto e irrevocable” y cuando se repite mucho esta cantinela es porque no se está seguro de ella y en este principio como en todos siempre hay excepciones y pueden volver repetirse. Se muestra cada vez más necesario la creación de un fondo de garantía de depósitos único así como un supervisor bancario que actué con previsión y anticipándose a las dificultades, pero todo ello no vendrá si no hay una verdadera unión bancaria y una política fiscal común e igual para todos.
La seguridad y la confianza no se alcanzan con las decisiones de ida y vuelta tomadas en el rescate chipriota. Si nuestros ahorros peligran la crisis se alargara más y por lo tanto, la reactivación no llegará.-Parece que no se encuentra el camino adecuado y una cosa va quedando patente y es que las decisiones tomadas no han servido hasta la fecha para encontrar a solución adecuada.
Rafael Montava Molina
Consultor Financiero Empresarial
rafaemontava@hotmail.com