Las dificultades que está atravesando Intel le están pasando factura. Los analistas de Wall Street ha dejado este jueves señales de advertencia sobre la compañía. Entre ellas que deje su negocio de fundición y otros invitando a vender las acciones, según Charley Blaine en The Street.
Intel ha estado apostando a que su futuro depende de su capacidad para fabricar chips de última generación para sí mismo y para otros en fundiciones ubicadas en los EE. UU. El plan se financiaría con 8.5 mil millones de dólares en subvenciones y 11 mil millones de dólares en préstamos federales.
El problema es que ni un centavo de ese dinero ha sido puesto a disposición de la histórica empresa de semiconductores, cuyos resultados este año han sido mediocres. Además, el Departamento de Comercio e Intel están en desacuerdo sobre los requisitos de divulgación.
Una fábrica de chips independiente, que no está dentro del alcance del paquete de ayuda de subvenciones y préstamos, ya está en marcha, un proyecto de 28.000 millones de dólares en el condado de Licking, Ohio, cerca de Columbus.
La unidad de fundición de Intel tiene mínimas posibilidades de éxito
Los ejecutivos de Intel hicieron una presentación en la conferencia Citi TMT (Telecomunicaciones, Medios y Tecnología) el miércoles. El jueves por la mañana, el analista de Citi Christopher Danely, ya pesimista respecto de Intel, repitió su llamado a que la compañía abandone el negocio de la fundición. Dio a las acciones un precio objetivo de 25 dólares.
"Es demasiado caro", escribió Danely, y su plan "tiene mínimas posibilidades de éxito".
Esa es la buena noticia
Las acciones de Intel han bajado un 61.4% en el año y casi un 12% sólo en los tres primeros días de septiembre. En agosto cayeron un 28.3% y se cotizan justo por encima de su mínimo de 52 semanas de 18.84 dólares, alcanzado el 8 de agosto.
El desplome de las acciones se produjo después de que Intel informara de una pérdida en el segundo trimestre de 1.610 millones de dólares y de que la empresa anunciara que recortaría 15.000 puestos de trabajo. El informe hizo que sus acciones cayeran en su peor desplome en décadas.
Citi no fue la única empresa que dio malas noticias a Intel esta semana.
El jueves, el analista Hans Engel de Erste Group Research, con sede en Viena, rebajó la calificación de las acciones de Intel de mantener a vender. No ofreció un precio objetivo. Atribuyó la decisión a "la perspectiva muy poco clara, las débiles ventas (la disminución de la cuota de mercado de sus CPU para servidores) y el alto nivel de deuda".
Reconoció que Intel estaba en una fase de transformación.
Además, se especula con que podría ser reemplazado como componente del Dow.
El mayor éxito de Intel llegó en la década de 1990, cuando sus chips alimentaban computadoras que funcionaban con Microsoft (MSFT) Windows y no ha sido un actor en chips que alimentan aplicaciones de inteligencia artificial.
Intel tiene un gran problema con Broadcom
Otro informe de Reuters sugirió otro problema: Las pruebas de nuevas obleas de silicio de Intel realizadas por la empresa de semiconductores Broadcom fracasaron.
Las obleas son discos de un pie de ancho en los que se graban circuitos semiconductores. Broadcom está considerando que Intel fabrique chips. No está claro cuál será el siguiente paso.
La junta directiva de Intel se reunirá a finales de diciembre y podría decidir hacer una cirugía mayor, incluyendo una división de sus negocios de diseño y fabricación de productos, descartando algunos de sus nuevos proyectos de fábrica y tal vez fusiones o adquisiciones.
Intel cotiza a la baja en la tarde del viernes en los 18.87 dólares. La media móvil de 70 periodos se mantiene sobre el gap bajista, RSI a la baja en los 34 puntos y las líneas del MACD debajo del nivel de cero.
El precio casi ha alcanzando el soporte a mediano y largo plazo en los 18.84 dólares. Mientras, los indicadores de Ei se muestran mixtos.