¿Consideras que se han puesto algo más difíciles los mercados globales en este verano? ¿Cómo definirías el actual momento bursátil que vivimos?
A lo mismo de ver si se han puesto más difíciles. Si bien es cierto que las compañías norteamericanas van a presentar, en líneas generales, buenos resultados y probablemente batan las expectativas como vienen haciendo tradicionalmente. Lo cierto es que, después de las subidas tan importantes que ha habido en el primer semestre y, sobre todo, los años anteriores, obviamente digamos que los PERs y las cotizaciones de las compañías empiezan a ser bastante exigentes para poder esperar incrementos de doble dígito como ha venido sucediendo en el pasado, en Estados Unidos fundamentalmente.
Obviamente, resulta más complejo. Resulta más sencillo quizás en la bolsa española, porque España, nuestro mercado, va un poco por detrás del mercado europeo y obviamente detrás del mercado norteamericano, operamos con ciertos descuentos y obviamente ese pullback a la media, podemos tener ahí un cierto apoyo para poder entrar. Pero sí, en líneas generales resulta más desafiante en esos momentos invertir en bolsa.
¿Crees que el sector turístico puede tenerlo difícil? Esta semana veíamos los resultados de Ryanair con su recorte profundo ante la rebaja de tarifas aéreas por la competencia y otros factores.
Es un mercado muy maduro y un mercado hiper competitivo en donde nos estamos encontrando una situación en la que se producen bastantes cuellos de botella. Hay siempre en los momentos más delicados para las compañías aéreas. Tienen conflictos laborales, y tienen huelgas, tienen situaciones bastante tensas. Las relaciones con los turoperadores que cada vez están subiendo más los precios y aprietan mucho los márgenes.
Y obviamente, esta presión hace que las líneas aéreas lo pasen realmente mal en determinados contextos. Luego también la incertidumbre que con el petróleo, que también juega bastante a favor o en contra. Pero esa enorme volatilidad de precios que puede tener con el precio del crudo hace que las compañías sean bastante desafiantes a la hora de conseguir sus resultados.
Luego, el enfriamiento de la economía norteamericana, y que tampoco esté creciendo el resto del mundo a tasas tan elevadas, hace que viajar empiece a ser un lujo, y ya no pasa como después de la pandemia, que todo el mundo salíamos como alma que lleva el diablo. Resulta más complicado y obviamente no solamente Ryanair, y otras compañías pueden ver presionado sus márgenes, y sus beneficios y obviamente, sí puede haber caídas importantes.
¿Qué opinas de la posible evolución que puede tener el sector de la biotecnología y el farmacéutico en la parte final del ejercicio?
Lo pueden hacer bien. Tenemos que darnos cuenta que el sector biotecnológico y el sector farmacéutico funcionan con patentes. Entonces, desarrollar un fármaco cuesta miles de millones. Discontinuar un fármaco en el cual has invertido mucho dinero, puede ser un verdadero problema, incluso a veces un drama para la cotización de una compañía. Pero el momento en que ese fármaco sale al mercado o tiene visos de poder hacerlo, hace que pueda ser un catalizador de beneficios muy importante.
Estoy pensando en empresas como Eli Lilly o en empresas como Sanofi o en empresas como Novo Nordisk, que han sacado unos fármacos muy punteros en mercados muy señalados, con muy poca competencia y que les van a hacer ganar muchísimo dinero en los próximos años.
Obviamente, el sector biotecnológico de aquí a unos años no lo vamos a reconocer. Dentro de 10-15 años probablemente cada uno de nosotros tendremos un fármaco específicamente para cada uno, tecnológicamente diseñado para nuestro ADN. Todo eso tiene que estar por llegar, y eso obviamente va a suponer inversiones impresionantes, y por tanto unos beneficios muy importantes. En el fondo de la biotecnología, en el mundo médico, es un poco muy parecido a la inteligencia artificial en el mundo de la tecnología. Está por ver, pero el desarrollo es verdaderamente impresionante.
Los bancos centrales parece que ya están de vacaciones, pero ¿veremos nuevas bajas de tipos en la Eurozona y más de un recorte por parte de la Fed desde septiembre?
Discrepo, no creo que los bancos centrales estén de vacaciones, ni muchísimo menos. Vigilan, obviamente, todo lo que va a suceder. ¿Qué ocurre? Que en verano los mercados son menos activos y, digamos que, de alguna manera, ellos no tienen esa presión que tienen durante el resto del año por parte de los mercados para ir revisando las previsiones.
Pero lo recuerdo cuando subían los tipos de interés, en verano, también subían los tipos de interés. Lo que ocurre es que no hay ahora mismo una presión muy elevada para bajar tipos de interés. Lo que sí que está claro es que está muy descontado que, a la vuelta del verano va a haber una bajada de tipos, tanto en Estados Unidos como en Europa. Cuidado, porque Donald Trump, lo que pasa es que todos conocemos como es Donald Trump, ha dicho que no debería la Reserva Federal bajar los tipos de interés en el mes de septiembre, porque eso mejoraría la economía norteamericana, y eso beneficia al Partido Demócrata. Se está pensando en una clave electoral, pero no tiene ningún sentido.
La Reserva Federal, es independiente, vela por sus propios intereses, y entre su mandato no está que gane o no gane ningún partido político. Por tanto, yo doy por sentado que, salvo que suceda algo muy duro en el mes de agosto. Estoy pensando en cosas que no quiero ni pensar. Nos vamos a encontrar un escenario en el que en septiembre sí empecemos con las bajadas de tipos, sobre todo porque si no se puede hacer una bajada de tipos van a tener que explicarlo muy mucho, y tiene que ser por un motivo realmente que el mercado entienda, porque de lo contrario nos podemos encontrar con un verdadero tsunami, en las bolsas y en los mercados de bonos, que puede ser bastante significativo, yo creo que sí.
En el caso de Europa, lo más probable es que también nos encontremos con alguna bajada de tipos adicional. Vamos a ver, porque la situación en Europa no es como en la norteamericana, pero yo entiendo que sí que habrá alguna bajada de tipos. El gran dilema es si Estados Unidos tendrá una o dos bajadas de tipos. Si tenemos una, que es lo que yo preveo, si hay más de una, pues si Donald Trump con una se va a poner nervioso con dos ya ni te imaginas, pero lo más probable es que haya una bajada.