Nos encontramos en un mercado impulsado por los valores de crecimiento y en el que es fácil pasar por alto acciones con un rendimiento estable. Un ejemplo de ello es Procter&Gamble, un titán en bolsa con una capitalización de 393.000 millones de dólares que ha hecho recientemente nuevos máximos históricos, lo que le convierte en la segunda empresa de productos básicos de consumo más valiosa de EEUU, por delante de Costco y justo detrás de Walmart,
P&G es la propietaria de varias de las marcas más populares de artículos para cuidado del hogar y personal, como Gillete, Dodot, Ariel, Evax, Fairy… y docenas de marcas más. Unas marcas que, aunque no atraen el glamour de las marcas de lujo populares, permiten a P&G tener poder de fijación de precios y una base de clientes leales.
Y es eso precisamente lo que le ha llevado a romper los anteriores máximos históricos que hizo en 2022, en los 165,3 dólares, cuando los cuellos de botella en la cadena de suministro seguía siendo un problema ni se sabía que tan alta se volvería la inflación. Y en ese escenario, parece que P&G ha sabido desenvolverse sin problema alguno pues sus ventas han ido en aumento en el último lustro y los márgenes solo sufrieron un ligero shock en 2022 y 2023 para después recuperarse a su nivel más alto en una década.
Evolución cotización Procter & Gamble con MACD y volumen de contratación. Fuente: Reuters
En épocas de inflación al alza, los inversores esperan que las ventas de una empresa aumenten más de lo habitual pero un aumento de los precios suele compensarse con costes más altos, lo que puede erosionar los márgenes si la empresa carece de poder de fijación de precios. El caso de P&G muestra que los márgenes se mantuvieron y las ventas fueron más altas, lo que impulsó el crecimiento de la compañía.
Históricamente, P&G ha cotizado a una valoración superior. Su actual relación precio-beneficio (P/E) y su PER es de 27x. Un ratio que se encuentra entre los más bajos del sector, frente a las 29x de Colgate, las 39 de L´Oreal o las 73x de Clorox. Los analistas aseguran que, según la naturaleza de su negocio, P&G ha asignado capital de una forma inteligente mediante la creación de una cartera de marcas que tiene poder de fijar los precios, lo que le ha permitido aumentar las ganancias a lo largo del tiempo, toda vez que remunera a los accionistas vía dividendos y recompras de acciones.
Ratios fundamentales de P&G frente a sus comparables. Fuente: Reuters
Esto le ha permitido doblar el precio de sus acciones en la última década mientras ganancias y dividendos se han incrementado en más del 50%. A su vez, la compañía ha reducido un 12,9% el número de sus acciones en circulación.
La compañía sigue aumentando su dividendo
En abril de este mismo año, P&G anunció un aumento considerable del 7% en su dividendo lo que le llevó a un dividendo trimestral por encima del dólar por acción. Una compañía considerada un “aristócrata del dividendo” puesto que ha aumentado sus pagos en los últimos 50 años.
En los tres últimos años, el valor se anota algo más de un 29% frente al 77% que ha aportado en los últimos cinco años. Unos retornos que se asemejan incluso a los del S&P 500 que en tres años ha tenido una ganancia de algo más del 30%.
La compañía durante la presentación de sus resultados elevó su previsión anual de beneficios gracias a los menores costes de las materias primas y a que los consumidores, especialmente en Estados Unidos y Europa, siguieron comprando sus caros detergentes Tide y el jabón Dawn para vajilla.
A pesar de que las ventas netas de P&G en el tercer trimestre no alcanzaron las expectativas de los analistas, la empresa ha sido capaz de impulsar su cuenta de resultados, aprovechando las ventajas derivadas de la bajada de los precios de las materias primas desde los máximos registrados durante la pandemia.
El fuerte impulso de las ventas de P&G en EE.UU. y Europa se vio ensombrecido por el descenso de las ventas de su línea de cuidado de la piel de gama alta SK-II, una de las más vendidas en China, debido al menor gasto de los consumidores y a que los clientes la rechazan por preocupaciones medioambientales. El director financiero de P&G, Andre Schulten, declaró en una llamada con los medios de comunicación que la confianza de los consumidores chinos está mejorando en torno a la marca japonesa de gama alta para el cuidado de la piel de la empresa, SK-II, aunque sus ventas descendieron un 30% en el último trimestre. China es el segundo mayor mercado de P&G después de Estados Unidos.
A las subidas que tiene la compañía en bolsa se une el potencial que le fijan los analistas: 171,47 dólares que arrojan un potencial al alza de algo más del 3%. De los 27 analistas que cubren el valor, 19 optan por comprar frente a 8 que recomiendan mantener el valor en cartera.
Si bien es cierto que el momento actual puede no pedir comprar P&G a gritos, sigue siendo una participación fundamental con una tesis de inversión convincente que puede respaldar su valoración actual.