¿La víctima inicial? Las empresas tecnológicas en las primeras etapas de sus ciclos de vida con beneficios muy bajos o incluso negativos.
En un mundo con tipos de interés en cero, muchas de estas compañías estaban ofreciendo importantes servicios y software de “trabajo desde el hogar”, y los flujos de caja orientados al futuro podían valorarse más, elevando las valoraciones. Con los tipos más altos, no es que estas empresas dejan inmediatamente de existir, sino que el mercado tiene que reevaluar los múltiplos apropiados de ingresos y beneficios proyectados, en muchos casos funcionando como una fuerza de gravedad sobre los precios elevados de las acciones registrados durante los últimos años.
Por lo tanto: ¿tiene sentido ignorar el cloud computing en 2022, una megatendencia que cuenta con muchas de estas compañías de software de beneficios actuales bajos o negativos?
Megatendencias y horizontes temporales
Piense acerca de esta pregunta: Si estuviera leyendo sobre una megatendencia que se espera que dure sólo un año: ¿cómo reaccionaría?
He realizado muchas presentaciones de <<megatendencias>>, y mi sensación de esta experiencia es que una de las primeras cosas que los inversores quieren ver en una megatendencia, es un horizonte de tiempo extendido. Si una audiencia siente que una tendencia no durará más de tres o incluso cinco años, es difícil convencerlos de que el tema siquiera clasifica.
Por lo tanto, una de las primeras cosas que debemos hacer es replantear nuestra línea de base.
Si la mayor prioridad es la rentabilidad en 2022, entonces punto final, ya que el cloud computing como estrategia de inversión podría ser un desafío. Lo que sabemos hoy haría de ésta una elección difícil. Si estamos pensando en horizontes de inversión de diez años (o más), la transición de los tipos de interés podría generar algunas oportunidades interesantes, haciendo que los buenos negocios sean menos caros sobre la base del precio de las acciones. Los tipos de interés no subirán continuamente durante una década, por lo que un horizonte más largo podría hacer que 2022 sea potencialmente interesante para los puntos de entrada, en relación con finales de 2020 o diferentes partes de 2021.
¿Qué está pasando con el Cloud?
El cloud computing es realmente solamente una infraestructura: es una forma de acceder al software o al poder de cómputo que es más efectivo y eficiente que poseer directamente cada pieza de software y de hardware que jamás pueda necesitar, físicamente en las instalaciones.
Un ejemplo interesante es Boom Supersonic, una empresa star-up que ya ha prometido entregar quince aviones supersónicos a United Airlines.
La historia ha demostrado que el transporte supersónico de pasajeros no es fácil. En el ejemplo anterior, el Concorde, llevó veinticinco años de desarrollo y $5 mil millones para lanzar su primer vuelo comercial, lo cual fue un evento que ocurrió en 1976. Boom cree que puede reducir este tiempo de desarrollo en un 50%, y hacerlo a un coste mucho más eficiente. ¿Cómo logra esto? El método principal ha sido el acceso a la supercomputación en la nube. Las simulaciones le permitieron a Boom reemplazar la mayoría de los prototipos físicos y las pruebas en túnel de viento requeridas por el Concorde. Para ponerle números:
- Boom pudo permitirse ejecutar rápidamente 53 millones de horas de cómputo, utilizando la infraestructura de Amazon Web Services.
- Si surgiera la necesidad de cambiar a 100 millones de horas de cómputo, esto sería fácilmente factible en poco tiempo.
Este es sólo un ejemplo de cómo un acceso más amplio a la infraestructura de supercomputación podría ayudar a una empresa específica a desarrollar algo específico. Es cierto que muchas otras megatendencias, como la inteligencia artificial o la biotecnología, también la aprovecharán al máximo. Es importante destacar que estos son proyectos de varios años y se espera que pocos terminen por completo en 2022. Muchos recién están comenzando.
Los grandes jugadores han seguido creciendo a un 30 % o más
Si las empresas más grandes en un espacio en particular continúan exhibiendo un fuerte crecimiento, creemos que dice algo sobre la oportunidad establecida dentro del espacio más amplio. Amazon y Microsoft son, por lejos, los principales actores de la nube pública:
Amazon ha establecido el tamaño de su negocio en la nube, por ingresos, en $16.1 mil millones en su trimestre más reciente, lo que indica un crecimiento interanual del 39%.
Microsoft ha establecido el tamaño de su negocio en la nube, por ingresos, en $20.7 mil millones en su trimestre más reciente, con un crecimiento del 36% interanual.
Ahora, sería incorrecto suponer que todos los jugadores orientados a la nube son iguales; ciertamente no es una megatendencia monolítica. Muchos han mirado a Zoom Video Communications, que era el servicio de trabajo desde el hogar por excelencia y que ha pasado de reportar un crecimiento de ingresos de aproximadamente un 350% interanual en su conferencia de resultados trimestrales de 2020, a algo más razonable, tal vez un 30 -40% más recientemente. Hay empresas así, cuyos ritmos de crecimiento de 2020 no van a ser sostenibles y otras que seguirán creciendo, pero teniéndose que ajustar a condiciones más normales.
Las compañías establecidas pueden utilizar sus reservas de efectivo para hacer adquisiciones y continuar con su crecimiento
Google Cloud de Alphabet aún no es líder en cloud computing, al menos no a la par de Amazon o Microsoft. En su más reciente trimestre, Google Cloud creció un 45% interanual en términos de ingresos, pero esto lo llevó a un nivel de $4.99 mil millones. Sin embargo, Alphabet en general tiene una gran cantidad de efectivo: $142 mil millones. Durante 2021, se anunciaron adquisiciones en las que Google adquirió una participación en el Chicago Mercantile Exchange (CME) Group y Univision, y posteriormente estas empresas se comprometieron a usar Google Cloud, en algunos casos sellando acuerdos que podrían valer más de mil millones de dólares en ingresos para Google.
Google tiene una cuota de mercado de aproximadamente un 6% en la nube pública, en comparación con el 41% de Amazon y el 20%[8] de Microsoft. No se puede subestimar lo que estas tres empresas pueden hacer con sus niveles de efectivo para incentivar a los clientes y adquirir nuevas capacidades.
Conclusión: aquellos que miran más allá de 2022 podrían ver una oportunidad en el cloud computing
Al final, incluso si el panorama inicial pone de relieve los desafíos más que las oportunidades, animamos a los inversores a no olvidarse por completo del cloud computing. Está claro que, si bien las valoraciones de muchas de estas empresas se ajustarán a un entorno de tipos de interés distintos de cero, sus modelos de negocio y los servicios que ofrecen siguen siendo importantes y tienen una fuerte demanda. Con un horizonte de tiempo adecuadamente largo, podría haber oportunidades en compañías orientadas al software como esta en 2022.