Según recoge Reuters, cuando el tribunal acepte la quiebra, comenzará la venta ordenada de los activos de ESFG, la sociedad a través de la que la familia Espirito Santo controlaba sus participaciones financieras. Fue en el mes de junio cuando el principal accionista del rescatado Banco Espirito Santo (BES), con sede en Luxemburgo, pidió acogerse al concurso de acreedores. Una petición que se realizó por "no estar en condiciones de cumplir con sus obligaciones" en diferentes instrumentos de deuda", según informaba la nota de prensa emitida a la CMVM - Comisión de Mercado de Valores de Portugal- "Este proceso deberá facilitar una alineación en fases de los activos, sirviendo mejor a los intereses de todos los acreedores", señalaron desde el Espírito Santo Financial Group.
Así se convertía en la tercera sociedad del holding propiedad de la familia Espirito Santo en solicitar el concurso en menos de una semana. Aún así, las autoridades luxemburguesas rechazaron su petición al considerar que no se favorecía a los acreedores de la compañía. "La Corte concluyó que la reestructuración del ESFG y ESFIL era imposible y que esa 'gestión controlada' podría no ser beneficiosa para los acreedores con relación a la liquidación ordenada de los respectivos activos de ESFG y ESFIL"
Entonces se avisó de que esta medida podría abocar a ambas firmas a la insolvencia, como finalmente ha sucedido, forzándolas a la venta de activos de forma acelerada para resarcir a los acreedores. Rioforte y la Espírito Santo International (ESI), otros dos ramos del universo del Espírito Santo, también pidieron acogerse a la "gestión controlada".