La capacidad de la economía europea para evitar escenarios de restricciones del uso de la energía y del coste para poder generarla, algo que preocupaba sobremanera hace apenas unos meses es el principal factor que, para BBVA Research justifica la mejora en las previsiones de crecimiento para el presente ejercicio en España.
Una mejora que abre camino, ya que el viernes conoceremos las expectativas de la OCDE y en apenas alguna semana las del Banco de España, cuyo gobernador, Pablo Hernández de Cos, ya ha puesto sobre la mesa que también elevará las previsiones de PIB para nuestro país.
De hecho, eleva hasta en 4 décimas la expectativa de crecimiento del Producto Interior Bruto de España para el presente ejercicio hasta el 1,6% desde el 1,2% anterior. Destaca su responsable para España, Rafael Domenech que “estamos volviendo a tasas de crecimiento del empleo similares a las que tuvimos en el primer trimestre de 2023, con “efecto arrastre” del PIB final de 2022, y mejores expectativas de evolución del precio del petróleo y del gas que compensan los efectos negativos del endurecimiento de la política monetaria y los efectos potenciales que puede tener el aumento del SMI, el Salario Mínimo Interprofesional”.
De esta forma, resiste la economía española, mejor de lo esperado con expectativa de que el aumento del PIB en el primer trimestre del año alcance un entre el 0,3 y el 0,5% y doble el crecimiento de la última parte de 2022. Todo ello lejos de mostrar una contracción como se esperaba hace unos meses.
Además, la inflación bajará en mayor medida en los próximos meses y la media del año quedará en el entorno, en su tasa general del 4%, pero la subyacente seguirá fuerte, entre un 5 y un 6%. Ya que esta última, es además la que contiene la subida de salarios, que será significativa en el año en curso. Y destacan que será muy difícil conseguir que baje hasta el 2%, ya saben, el objetivo del BCE.
Y es que son muchos los analistas que apuestan porque los precios ya no volverán a medio plazo a conquistar esos niveles y que, en España tendremos que acostumbrarnos a niveles del 3% de media, muy superiores a los que teníamos antes de la pandemia.
Para 2024, la estimación es mucho menor en lo que a crecimiento se refiere, en especial derivada de ese menor poder adquisitivo, el que estamos perdiendo los españoles ya en 2023, a cuenta de la subida de precios. De ahí que la expectativa de crecimiento se recorte de forma drástica: al 2,6% desde el 3,4% antes previsto. Eso sí la inflación seguirá a la baja con un recorte hasta el esperado 3%.
Respecto de los riesgos que se presentan en el horizonte, descartan un impacto significativo, los expertos del servicio de estudios de BBVA, de la crisis del SVB Financial, ni que se pueda reproducir una crisis de ese tipo en nuestro país, por las características singulares que presenta. Miguel Cardoso, el director de BBVA Research, destaca que “la crisis del SVB no muestra ningún problema de crédito en el balance, ni de esa entidad, ni de ninguna. Es un banco muy diferente a los europeos, por lo que no debería tener ningún impacto significativo a nivel agregado”.
Aunque llama la atención de que no todo se basa en la solvencia, porque lo que ha ocurrido en Estados Unidos, es más de corte psicológico, ante una retirada masiva de los depósitos, más allá de la salud de los balances bancarios, que no da la impresión de que se trate de un problema estructural. “No hay razón, por tanto, para que ocurra en Estados Unidos, y mucho menos en Europa, donde la situación es radicalmente diferente”.
Respecto de las subidas de los tipos de interés, Jorge Sicilia reconoce “que hay dudas en los bancos centrales sobre la subida de tipos y su cuantía, si en 25 o 50 puntos básicos, no pensamos que suba 50 sino 25 puntos básicos, pero vamos a ver cómo valora lo que ha ocurrido”.
Sobre el BCE. Miguel Cardoso considera "que está en otra dinámica”, ya que estima que “está en otro contexto, donde no creemos que se haya alterado por este evento sus perspectivas de crecimiento e inflación en la zona euro. Lo normal es que suba 50. Pero también lo normal es que, a partir de ahora yo espero que dejen de prometer nuevas subidas… y que valoren los datos en función del impacto de las subidas que ya han implementado”.