Según los datos de Contabilidad Nacional publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la economía española registró un crecimiento del 0,5% entre abril y junio, una décima menos que en el trimestre anterior pero una décima más de lo avanzado inicialmente. El avance interanual del PIB se situó en el 2,2%, dos puntos por debajo del registrado en el primer trimestre pero cuatro décimas por encima de lo estimado previamente.
La actividad económica en el segundo trimestre del año fue impulsada por un mayor crecimiento del consumo de los hogares, que aumentó un 0,9% en comparación con el trimestre anterior. Por otro lado, el gasto público avanzó un 1,6%. Sin embargo, la inversión, aunque registró un crecimiento del 1,9%, se desaceleró en comparación con el primer trimestre.
El sector exterior tuvo un efecto negativo en el crecimiento económico de España en el segundo trimestre. Las exportaciones e importaciones experimentaron una caída, con tasas negativas del 3,2% y del 2,1% respectivamente, en contraste con el avance que habían mostrado en el primer trimestre del año.
El crecimiento del PIB interanual en el segundo trimestre se vio impulsado principalmente por la demanda nacional, que aportó 2,3 puntos al crecimiento. Por otro lado, la demanda externa restó una décima al crecimiento del PIB, mostrando una disminución en comparación con el trimestre anterior.
En resumen, el PIB de España creció un 0,5% en el segundo trimestre, una décima menos que en el trimestre anterior pero una décima más de lo esperado inicialmente. El avance interanual se situó en el 2,2%, mostrando una moderación en comparación con trimestres anteriores. El impulso del consumo y la desaceleración de la inversión, junto con la caída en las exportaciones e importaciones, son factores clave en el crecimiento económico de España en este período.