Mauricio: por tierra, mar y aire

Si alguien pensaba que su viaje a Mauricio sería solo de sol y playa, se equivocapor completo. The Residence Mauritius recomienda ascender la majestuosa montaña Le Morne Brabant, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2008, uno de los iconos de la isla por su valor histórico, ya que fue refugio de fugitivos durante los tiempos de esclavitud entre los siglos XVIII y XIX, y se ha erigido por derecho propio como un símbolo de libertad.

A nadie le amarga un buen café, y por ello en el Parque Natural La Vanille los viajeros podrán saborear el oro marrón cultivado en la propia finca mientras disfrutan de las maravillas del entorno natural donde se enclava. Y del café al vino, pero no el de siempre. En Mauricio, se puede degustar el vino Takamaka, elaborado con lichis en lugar de uvas, una experiencia única –de hecho, no se encuentra en ningún otro lugar del mundo– para sorprender el paladar de cualquier sibarita que se precie.

Los amantes de los animales, por otro lado, pueden embarcarse en un viaje en búsqueda de los zorros voladores, también conocidos como murciélagos frugívoros, para descubrir la fascinante fauna local en su hábitat natural. 

The Residence Mauritius ofrece tours privados para explorar algunos de los espacios naturales más populares de la isla, que incluyen el volcán Trou aux Cerfs, el sagrado Grand Bassin, la Tierra de los siete colores de Chamarel y las cascadas con el mismo nombre. 

Por aire, tierra… y mar. Otra de las experiencias imprescindibles en Mauricio es pasar un día a bordo de un catamarán en la Île aux Cerfs, con barbacoa incluida. Los viajeros podrán disfrutar de la belleza de las aguas mauricianas nadando, haciendo snorkel o simplemente tomando el sol mientras ponen rumbo hacia las cascadas Grand River South East, a solo 30 minutos de The Residence Mauritius.   
Zanzíbar: restaurantes insólitos, artesanía y cuevas

¿Cenar en un restaurante en medio del océano? En Zanzíbar es posible. En The Rock, a menos de una hora de The Residence Zanzibar, los viajeros disfrutarán no solo de una experiencia gastronómica excepcional a base de marisco y platos locales, sino también de vistas mágicas del océano Índico y la playa Michamvi Pingwe. Con 14 mesas, este icónico espacio se vuelve especialmente romántico cuando empieza a caer la noche. 

La llamada de la naturaleza resuena en el Bosque de Jozani, refugio de los emblemáticos colobos rojos, donde los más intrépidos podrán ver a estos primates en peligro de extinción en su hábitat natural; mientras que los melómanos descubrirán los orígenes de la mítica estrella del rock Freddie Mercury en Stone Town, la ciudad que le vio nacer, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Por su parte, aquellos que quieran sumergirse –literalmente– en el rico patrimonio cultural africano pueden darse un baño en la mística cueva subterránea de Kuza, a solo 40 minutos de The Residence Zanzibar, o aprender los secretos del cultivo de algas en la tradicional aldea de Paje, con las que se elaboran jabón artesano y cosméticos naturales en Seaweed Center. ¡Del océano a tu casa!

Por otro lado, quienes deseen vivir experiencias inolvidables sin salir del resort, tienen a su disposición un amplio abanico de actividades enriquecedoras: desde una excursión en barco a la famosa Prison Island, actual santuario de tortugas gigantes; ver, oler y saborear la esencia de Zanzíbar a través de un tour por plantaciones de especias; hasta sacar el chef que llevan dentro en las clases de cocinas impartidas en el hotel, para aprender recetas locales. 

Maldivas: el romance está servido

Cada vez más, los viajeros buscan sentirse como un local durante sus escapadas. En The Residence Maldives, podrán sumergirse de lleno en la cultura maldiva participando en una actividad tradicional de pesca a bordo de un dhoni. Admirando la inmensidad y serenidad del océano, esta experiencia brinda la oportunidad única de aprender las técnicas que los pescadores locales han perfeccionado durante generaciones. Como todo esfuerzo tiene su recompensa, al terminar los viajeros podrán saborear el fruto de su trabajo, preparado al estilo local. 

¿Hay algo más romántico que darse el “sí quiero” en una isla desierta? La Castaway Island de The Residence Maldives acoge celebraciones íntimas, donde los asistentes son la naturaleza virgen y la música, el sonido de las olas. Para aquellos que ya estén casados o el matrimonio no entre en sus planes, este entorno aislado y singular también es ideal para disfrutar de un picnic privado que les permitirá disfrutar de un día de desconexión total.   

El romance está siempre servido en Maldivas. La propuesta VIBES de The Residence Maldives ofrece una deliciosa selección de planes gastronómicos, curados por un chef personal, para celebrar momentos únicos en un ambiente sofisticadamente chill. Cócteles al atardecer, canapés gourmet en la playa, una cena íntima a la luz de las velas… Ya sea para proponer matrimonio, celebrar un aniversario o simplemente para sorprender a esa persona especial, VIBES añade el “extra” a lo ordinario. Para tener una visión 360º de las experiencias de restauración en The Residence Maldives, haga clic aquí.