A la hora de crear página web rentable hay que comenzar contratando los servicios de una única empresa para abonar solo una factura. La opción más recomendable es la que ofrezca: registro del dominio y de la extensión, alojamiento web con medidas de seguridad como el sello SSL, un plan escalable de alojamiento que crezca a medida que sea necesario el diseño web a base de inteligencia artificial (evitando así el empleo de plantillas estándar que utiliza todo el mundo). El segundo paso es buscar un nicho de mercado específico que no tenga demasiada competencia, algo casi imposible, y vender algún tipo de producto o servicio.
No obstante, la rentabilidad de una web depende de cuánto se va a cobrar por cada conversión y, sobre todo, analizar la cantidad de dinero que deja cada persona que accede a la página. Los ingresos también pueden obtenerse a través de enlaces pagados o de publicidad. Una manera de saber la rentabilidad de una web es analizar cuánto abonan por clic las compañías que venden publicidad. Semejante termómetro es infalible para certificar la repercusión de una web en términos de autoridad y de posicionamiento.
La creatividad como denominador común
Si alguien tiene alguna objeción para emprender en Internet es frecuente que la enorme competencia sea uno de los principales escollos a superar. Ahora bien, la filosofía de Israel Bravo ayuda muchísimo a darse cuenta de que si se acierta eligiendo una temática, y se consigue que haya un tráfico orgánico permanente, la rentabilidad viene de camino. Por lo tanto, hay que invertir en una temática que se domine, pero al mismo tiempo en alguna que sea menos conocida para ofrecer la especialización necesaria que el usuario final no termina de encontrar en los buscadores. Si en lugar de efectuar una búsqueda y obtener cientos de resultados idénticos, se llega a apenas 10 sitios web con esa información, el resultado es un aumento de la tasa de rebote y la consecución del primer objetivo: convertirse en una referencia para la persona que ha realizado la consulta.
Tampoco es aconsejable obviar el impacto de la inteligencia artificial en los contenidos y en los temas de los que es posible escribir en la red. No se trata de una lucha del hombre contra la máquina, sino de crearse un camino propio por el que transitar dejando a un lado las posibles preocupaciones que provoque la competencia. Por lo tanto, la rentabilidad de abrir una nueva web dependerá del esfuerzo de su gestor, del tema elegido y de todo lo relacionado con el nicho de mercado en el que se ubique. Los resultados siempre llegan y la remodelación de los parámetros iniciales es clave para lograr el éxito oportuno durante la estancia en la red de redes.
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